“Leo sí nos escuchaba”: movimiento estudiantil en la Universidad de la Amazonía (II)

Como actor de estas memorias y aún en los tiempos de este recuento, por pasillos y cafeterías transita un recuerdo de la movilización: el perro “Leo”; bautizado así por estudiantes que integraban la toma al bloque administrativo. El perro “Leo” acompañó la toma al bloque y “estaba alerta ante cualquier amenaza sobre los estudiantes”, convirtiéndose en el perro que resistía junto con los estudiantes en la movilización.

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““Leo” sí dialogaba con los estudiantes”.

Colectivo Katenere*

En el año 2012 en el plano latinoamericano eran notorias las movilizaciones por la defensa de la educación en Chile, lucha que surgió desde 2006 con el denominado movimiento o la marcha de los Pingüinos (se le llamaba pingüino al estudiante típico chileno de secundaria por utilizar chaqueta, camisa y corbata) y eran reconocidas por su experiencia por parte de la recién organización gremial estudiantil de Colombia, denominada Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), a quienes algunos la señalan como “Herencia del movimiento estudiantil de los 70”[i]. Razones para esa herencia se podrían encontrar en lo expuesto por el artículo de investigación “Lecciones de Memoria. El recuerdo de 1971 en las protestas estudiantiles de 2011 en Colombia” el cual expone una relación, pues la movilización del movimiento estudiantil de 1971 se dio contra el recordado Frente Nacional, y la del movimiento estudiantil en 2011 (MANE) contra el Gobierno de la “unión de varios partidos” llamado el partido de la Unidad Nacional.

 

En medio de este ambiente y como lo relatamos al final de la primera parte, hacia el segundo semestre del 2012 en la Universidad de la Amazonía se desarrollaría con mayor intensidad la movilización por parte de estudiantes y docentes, ante la ausencia de diálogo y democracia por parte de la administración de Leonidas Rico (quien fungiera como rector para los periodos 2011 – 2013 y 2014 – 2016), así como su negativa a responder el pliego petitorio y por la implementación de medidas que privatizaban la universidad como el alza de matrículas.

Una de las acciones fue la toma al bloque administrativo por parte de 25 estudiantes, toma que se inició el día 2 de octubre de 2012, 15 días después de que el estudiante del programa de Ingeniería de Alimentos y Presidente del Consejo Estudiantil entrara en huelga de hambre [ii], la última de cuatro huelgas de hambre que se conocen en la Universidad de la Amazonía durante esta década, las otras tres estuvieron a cargo de un estudiante de ingeniería agroecológica, una estudiante del programa de ingeniería de sistemas, quien luchó por que su programa derogara la tabla de matrícula fija[iii] y un docente universitario que decidió tomar esta medida una vez vio vulnerado su derecho al trabajo. Esta vez la huelga de hambre y la toma al primer piso del bloque administrativo, encabezada por los miembros del estudiantado y docentes, tenía como horizonte lo expresado en un pliego peticionario, donde se rechazaba la nueva tabla de costos para matrículas, pues se había incrementado entre un 65% y 156%. Lo que a juicio de algunos docentes dicho incremento tendría como consecuencia que “el número de jóvenes que queda por fuera de la educación superior será mayor”.

 

Los días de la movilización fueron transcurriendo en medio de un ambiente de miedo y zozobra, así lo deja ver un documento de la época [iv]en el cual se indicaba que el rector Leónidas Rico Martínez perseguía las organizaciones estudiantiles y profesorales. El documento también se refiere a cómo durante su administración se promovió “una suplantación de las organizaciones democráticas de profesores y estudiantes por grupos de derecha, para intentar tomarse el Consejo Estudiantil y ponerlo a su servicio”. Esta administración utilizó una forma de paralelismo propio de las estrategias de sectores represivos del estado, táctica que buscaba por un lado confundir a la comunidad universitaria, desinformándola, creando o cooptando “líderes” estudiantiles, docentes y trabajadores, que con información sesgada, tendenciosa y falsa hacían divisionismo en los estamentos para aislarlos de la comunidad.[v]

 

Estudiantes que hacían parte de la toma al Bloque Administrativo denunciaban que “a muchos miembros de la Universidad les tenían definido un precio para pagarle su “fidelidad” a la administración, precio que podía consistir en el nombramiento de un familiar o amigo, la aprobación de materias perdidas, la graduación sin cumplir los requisitos, la ubicación en un puesto de representación, dinero para semilleros de investigación, participación a eventos, viajes injustificados, contratos, pagos de asesorías, aprobación de proyectos de investigación sin cumplir requisitos, nombramientos sin los mínimos requisitos académicos, en síntesis privilegios que perjudicaban los ingresos y la calidad académica de la Universidad. Los estudiantes en protestan se preguntaban: “¿A qué horas podría esta administración trabajar por el bien de toda la Universidad si su tiempo lo dedicaba exclusivamente a desarrollar una estructura de sapos, a diseñar formas de represión a la comunidad crítica y a la acumulación de poder para cumplir sus intereses antiuniversitarios?”.

 

La comunidad universitaria en voz alta y baja denunciaba con mayor intensidad al rector Leonidas, señalándolo como instigador de la persecución estudiantil y profesoral, rodaban grabaciones donde el rector arengaba a administrativos, contratistas, docentes y demás seguidores contra ASPU, CEUNAM y estudiantes que acompañaban la movilización estudiantil del momento. Se informaba también que la vicerrectora administrativa tenía en su computador las fotos de los docentes y estudiantes indeseables para la administración y daba instrucciones permanentes para su personal sobre a qué personas tenían que vigilar, ejercer maltratos, abusos, acosos, pérdidas de materias y represión. Como situaciones que rondaban la represión simbólica desde esta vicerrectoría, se recuerda por parte de los estudiantes la constante eliminación de letreros o murales que construían en medio de la movilización; situación que evidenciaba el nivel de intolerancia de la administración y su acción un poco afín a la puesta en marcha por un alcalde del municipio de San Vicente del Caguán quién ordenó a militares eliminar murales que un grupo de jóvenes del municipio había realizado, evidenciando así un alto contenido estigmatizador y de anulación al otro.

 

Para desmovilizar la protesta y la organización universitaria que “luchaba por una Universidad pública y de calidad” esta vez a través de la toma al bloque administrativo, las directivas presionaron al estudiantado con el calendario académico. Ello obligó a la asistencia a clase en colegios del municipio de Florencia, con la constante advertencia de perder el semestre para quienes no asistieran. En este momento se evidenció la Universidad que tenía en mente la administración del rector Leónidas, según los estudiantes obligados: “la escuelera, la acrítica, la sumisa, la reprimida por calificaciones, la que se doblegaba por el látigo del docente -quien entre más mediocre más normalizaba con bajas notas el comportamiento de los estudiantes que considerara indisciplinados, vándalos, guerrilleros o hasta marihuaneros”. Los estudiantes la describían como esa vieja escuela en la que se llamaba a lista, la misma en la que en los cambios de clase ubicaba a docentes y estudiantes soplones a vigilar que los otros no se reunieran, ni arengaran, ni se salieran de las paredes físicas y mentales que establecía el rector como preparación a los que en el futuro cumplirían su labor como subalternos o patrones. Continuando con esa descripción de escuela tradicional, los estudiantes relataban “en ese modelo de escuela vieja los recreos eran vigilados por docentes cuya altura académica se elevaba a recorrer pasillos, vigilar movimientos, identificar sospechosos, anotar los que hablaban con estudiantes peligrosos y pasar cumplidamente información”. Esto daba buenos réditos según palabras de un docente, quien afirmó: “los estudiantes delatores aprobaban con buenas notas, y entraban en la lista de futuros docentes de la universidad”, como efectivamente ha sucedido.

Transcurrido aproximadamente un mes de la toma al bloque administrativo se presentó un acontecimiento de “sabotaje y agresión a la protesta”: la “contramarcha”; organizada en contra de la protesta que encabezaban los estudiantes que se habían tomado el bloque administrativo y denominada así por los mismos participantes. “La contramarcha” fue una marcha realizada el día 31 de octubre, y encabezada por dos estudiantes “afectos a la administración” como lo señalaban estudiantes integrantes de la toma al Bloque administrativo, los estudiantes señalados de encabezar esta “contramarcha” reconocían de alguna manera la situación por la que atravesaba la Universidad, pero dilataban y tergiversaban la solución de la misma[vi] [vii], esta versión la confirma los registros digitales hallados para la fecha, y publicados en internet al día de hoy[viii] [ix]. Más adelante estos dos estudiantes serían representantes estudiantiles ante el Consejo Académico con toda la presión y participación de la administración y para el momento de publicar este documento han recientemente terminado sus periodos como representantes. Los estudiantes de la protesta en el bloque administrativo señalaban a estos representantes como: “representantes estudiantiles que actuaban en contravía del mismo estudiantado”, agregando que estos representantes “han alcanzado beneficios laborales en la institución siendo representantes estudiantiles”, generando así una discusión sobre a quiénes verdaderamente representaban estos estudiantes, “¿a los estudiantes o a los que ordenaban sus sueldos?”. Una de las consignas más arengadas en la “contramarcha” encabezada por estos estudiantes era: “queremos estudiar”, lo decían producto de que algunos procesos administrativos se encontraban parados, generando anormalidad en el desarrollo administrativo y académico. Lo curioso de la “contramarcha” como lo revelan integrantes de la protesta “fue ver cómo recogían firmas de asistencia a clases durante dicha marcha”, en la que también se encontraban algunos administrativos y docentes.

 

Otras versiones dadas por estudiantes que integraban la toma al hacer referencia a la conocida “contramarcha”, aseguraban que: “la contramarcha era una cortina de humo para ocultar el alza en las matrículas, irregularidades y malos manejos en la Uniamazonia”, sobre estas “cortinas de humo” se conocen episodios de la Uniamazonia donde se hacían referencia a situaciones con los mismos términos, como lo fue para el año 2007 lo revelado por la Revista Cambio, en lo que se conoció como “La ley de la Jungla” (ver archivo EL TIEMPO. 9 marzo 2007), dichas revelaciones consistían en el hallazgo de documentos que prueban que: ..”los estatutos de la Universidad y los acuerdos del Consejo Directivo han sido manipulados para mantener al rector y otros directivos en sus cargos”, a la vez que se conocía sobre 17 quejas y denuncias en Procuraduría y Fiscalía respectivamente “..sobre las relaciones de directivos con sectores de la mafia y paramilitares, y una red de intereses que ha permitido asegurar en los últimos 10 años el manejo de la Universidad por unos pocos”. Un investigador de la Procuraduría aseguraba que: “Esa ha sido una estrategia para mantener la maquinaria del poder en esa institución pública..”, todo esto durante el primer periodo de rectoría de los dos del señor Luis Eduardo Torres 2005 – 2007, antecesor de Leónidas Rico Martínez. En respuesta a esta información revelada empleados y contratistas de la Universidad organizaron “las marchas solidarias”, esto en defensa de los directivos acusados con esas investigaciones, “marcha solidaria” que al igual que “la contramarcha” recibieron el calificativo de “cortinas de humo” desde estudiantes y docentes que han venido manifestándose y movilizándose ante dichas situaciones.[x]

 

Teniendo en el ambiente los intentos por desmovilizar la defensa de la Universidad Pública, vista su mayor expresión para estos tiempos en “la contramarcha”, y con el movimiento estudiantil colombiano del momento –MANE- desgastado, producto de la represión y persecución del estado, el sectarismo estudiantil y la falta de memoria histórica como se sentencia sobre la mayoría de los balances. Así llegaría el mes de diciembre de 2012, y con esto un desenlace no previsto en esta reivindicación estudiantil por echar atrás el alza de matrículas.

 

El 6 de diciembre se presentaría una manifestación de respuesta al pliego petitorio, la respuesta del rector después de tanto silencio llegó, esta vez para controlar una nueva acción que los estudiantes en toma habían definido hacer al percatar que se encontraban en el último día de clases según calendario académico y sus peticiones aún se encontraban sin respuesta después de 2 meses en toma.

 

El orden de los hechos que rodearon ese día, son relatados por algunos estudiantes de la siguiente manera: “nos reunimos los que nos encontrábamos en la toma, y definimos entrar al segundo piso del bloque administrativo que se hallaba en funcionamiento, con el objetivo de realizar un plantón al ver que aún no recibíamos respuesta”. Para la entrada al segundo piso se tuvo que tener en cuenta las medidas de vigilancia dispuestas por la administración, pues estas se habían enfocado en “perseguir y vigilar estudiantes, en una campaña contra el pensamiento crítico”, sobre esto algunos estudiantes presentes en el momento narran: “antes de las 5:00 p.m. ingresaron al segundo piso del bloque administrativo unos estudiantes que apoyaban la protesta, y que no eran muy bien identificados como integrantes de esta, por parte de algunos administrativos, docentes y estudiantes que defendían la administración de Leónidas Rico. Sin ninguna sospecha los estudiantes lograron esconderse en el segundo piso a la espera del siguiente paso dispuesto para realizar el plantón, burlando así cualquier sospecha de la vigilancia”.

 

Estando el grupo de estudiantes en el segundo piso del bloque administrativo, un grupo más nutrido de estudiantes se alistaba para ingresar allí y dar inicio al plantón, sucesos narrados de la siguiente manera: “habíamos fijado que faltando 10 minutos para las 6 pm, antes de que se acabara la jornada laboral, los compañeros que se encontraban al interior del segundo piso intentarían salir por la entrada que conectaba con las cafeterías, y justo cuando estuviesen atravesando la puerta, se iban a plantar, para facilitar la entrada del grupo más masivo de estudiantes y dar inicio al plantón, mientras que desde el primer piso otro grupo de estudiantes utilizando un parlante y a través de las rejas que había hecho poner el rector Leónidas Rico para bloquearnos el acceso al segundo piso, anunciaría los motivos del plantón y la intención de no desocupar hasta no tener respuesta clara a las peticiones presentadas”.

 

La respuesta dada a los estudiantes que protestaban, por parte de algunos administrativos y docentes que se encontraban al interior del segundo piso, hizo parte de una “innovadora paliza” en la historia de la Uniamazonia, respuesta descrita por los huelguistas así: “En el momento en que algunos compañeros del grupo masivo accedieron al segundo piso, un grupo de administrativos y docentes los recibieron con palos en mano, palos que al parecer los tenían almacenados previamente, mientras arrojaban jabón en polvo a la cara de los estudiantes. Como acto seguido fueron apoyados por otros administrativos desde la parte exterior, notándose la presencia de los trabajadores de las diferentes construcciones que se llevaban a cabo en la universidad, grupos que defendían la administración del Rector Leónidas”. Dichos grupos eran denominados por los estudiantes en toma como “grupos de choque”. Transcurridos unos minutos fuertes de confrontación llegó la respuesta “innovadora”, con autorización desde rectoría, acá conviene citar un fragmento del texto Los Funerales de América a manera de predicción: “… llegaron los policías. A sus corredores penetraron las botas, los bolillos y los fusiles. Sus aulas fueron pisoteadas por esa caterva de muchachos ignorantes, preparados, ensayados y programados de antemano contra los estudiantes…”. El ingreso del Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD se presentaría por primera vez en la historia de la Universidad, aseguran los estudiantes que: “su presencia fue propicia ante la negación de diálogo que desde el comienzo estuvo del lado de la administración a cargo de Leónidas Rico”.[xi]

 

Después del gas lacrimógeno, las aturdidoras, la pimienta y las balas de goma que dejó en silencio y totalmente desalojada la sede principal de la Uniamazonia, se conoció información sobre un buen número de integrantes de la comunidad universitaria heridos, algunos estaban en las clínicas y otros se refugiaron en casas por temor a ser detenidos, pues estudiantes que hacían parte de la protesta señalaban que “algunos miembros de la administración se pusieron en la tarea de señalarnos con la policía”. Por otro lado, se conoció también una lista de estudiantes que habían sido detenidos por la policía, a quienes se les acusaría de secuestro simple y daño en bien público, esta situación jurídica sería resuelta a favor de los estudiantes días después. Uno de los estudiantes detenidos haciendo recuento de los días comenta que algunos de los abogados defensores quienes eran docentes de la universidad para aquellos días se les persiguió y al día de hoy ya no trabajan en la Universidad.

Así pues, quedó para la memoria las huelgas de hambre, – una de ellas encabezada por el presidente del Consejo Estudiantil que tuvo una duración de 45 días-, al igual que la toma al bloque administrativo por más de 2 meses, dejando marcas bajo las lesiones que se le ocasionaron a los estudiantes que habían venido movilizándose fuertemente desde 2011 como lucha por una Educación de Calidad y Pública, apuesta que le ganaron al gobierno Nacional y que para el año 2012 habían tenido que resistir al interior de la Universidad de la Amazonía los grupos de poder de diversa índole y origen, eso sí, distintos y contrarios a los intereses académicos que deben orientar a la Universidad Pública. La administración de Leónidas Rico se podría decir, cercenó el futuro de la educación a la gente de la región con el alza de matrículas más grande en la historia de la Universidad, favoreciendo la privatización de la educación pública, siendo fiel a las pretensiones del gobierno nacional de estos tiempos.

Como actor de estas memorias y aún en los tiempos de este recuento, por pasillos y cafeterías transita un recuerdo de la movilización: el perro “Leo”; bautizado así por estudiantes que integraban la toma al bloque administrativo. El perro “Leo” acompañó la toma al bloque y “estaba alerta ante cualquier amenaza sobre los estudiantes”, convirtiéndose en el perro que resistía junto con los estudiantes en la movilización. El perro “Leo” trae a la memoria a Matapaco, un famoso perro chileno que no se perdía las protestas por la defensa de la educación en Chile[xii]. El perro “Leo”, quien fue llamado así por los estudiantes al hacer relación con el profe Leo, denominación que hacían algunos al referirse a Leonidas Rico Martínez quien fungía como rector. La diferencia entre estos dos “leos”, según los estudiantes era que ““Leo” canino estaba con los estudiantes, los acompañaba, dialogaba con ellos, a diferencia del profe Leo quién constantemente reprima, perseguía y evadía el dialogo con ellos”.

Así pues, en este apartado han quedado registrado los sucesos hasta 2012, no alistamos para la parte final de esta década relatada y que será publicada en la próxima entrega.

[i] Leonardo León, en Balance del movimiento estudiantil colombiano 2011.

[ii] https://www.youtube.com/watch?v=0zt6PSGKI9Q

[iii] https://www.youtube.com/watch?v=J0pcxvB8QqI

[iv] Comunicado a la comunidad y a la sociedad del Caquetá y la Amazonía de ASPU y CEUNAM

[v] https://www.youtube.com/watch?v=J0pcxvB8QqI

[vi] Estudiantes que recibían todos los privilegios de los afectos a la administración.

[vii] https://www.youtube.com/watch?v=PQI-pbyosGg

[viii] https://www.youtube.com/watch?v=bGlKfPyIq94

[ix] https://www.youtube.com/watch?v=9gDw5dCOtR8

[x] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3468900

[xi] https://www.youtube.com/watch?v=6iQga8fOEmg

[xii] https://actualidad.rt.com/actualidad/view/115493-perro-chile-estudiantes-matapacos-canino

 

Foto de portada: Facebook Asamblea Permanente de Inglés (API).

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