Cultura y educaciónViolencias

Sin mezquindad alguna, Don Quijote nos enseña valores éticos, políticos y filosóficos como principios propios del humanismo. El postconflicto, empecinado, utópico, deberá hacer lo propio en la construcción y fortalecimiento de las condiciones contextuales que permitirán la eclosión a la anhelada paz, para lo cual en el desenvolvimiento del proceso se debe ser “honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos,…y finalmente mantenedor en la verdad, aunque… cueste la vida defenderla”, como dice nuestro incansable lector de libros de caballerías.

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