Julián Barbosa*
Alejandra Ciro**
En los últimos años ha habido un interés renovado de las petroleras por entrar al territorio del Caquetá. Mientras que en el norte del departamento actualmente hay explotación de la Emerald Energy desde el 2010, en el sur los bloques petroleros han empezado a hacer su incursión.
En 2012 la Pacific Rubiales inició su entrada al municipio de San José del Fragua. La intempestiva incursión de la petrolera encontró a una población que no estaba preparada para asumir lo que significaban estas primeras exploraciones, de tal manera que la compañía no tuvo mayores obstáculos para hacer los estudios preliminares de sísmica en el territorio. La falta de inversión en el campo, el desempleo y las pocas oportunidades de estudio para la población hicieron que la comunidad de San José viera en la compañías que llegan a su territorio una oportunidad laboral, dificultando las posibilidades de resistencia y defensa del medio ambiente. El resultado de esta situación fue que la incursión de la petrolera generó un impacto ambiental que se traduce en contaminación de aguas y hundimiento de terrenos de fincas aledañas a los sitios intervenidos. Tras esto, la compañía no ha respondido por los daños ambientales.
Al ver los impactos de la sísmica en San José, comunidades del sur del Caquetá se han alertado frente al interés de las petroleras por incursionar en sus territorios.
Belén de los Andaquíes es un municipio que ha acumulado una experiencia de defensa del medio ambiente desde tiempo atrás. La organización Tierra Viva lleva años trabajando por el establecimiento de parques naturales municipales tanto así que Belén de los Andaquíes tiene nueve parques naturales en su jurisdicción. Para esta labor ha sido también importante el papel del concejo municipal y de las diferentes alcaldías. Acompañados por la Vicaría del Sur, Belén logró ser nombrado “Municipio Verde” en noviembre de 2013, el primero en el Caquetá, por medio de ordenanza número 024 de la Asamblea Departamental. Esto ha permitido que el municipio se haya blindado frente a la incursión de proyectos que vayan en contravía de la defensa del medio ambiente, del agua y del territorio.
Sin embargo, si bien desde lo local hay un interés por defender el medio ambiente, a nivel nacional no existe el mismo interés. En contravía de la autonomía municipal y de sus pobladores, el pasado diciembre el gobierno de Juan Manuel Santos por medio del decretó 2961 le quitó a las comunidades potestad para decidir sobre los proyectos económicos que buscan incursionar sobre el territorio. Las comunidades se sienten muy vulnerables y frustradas ante el hecho de que lleguen las compañías mineras con las licencias otorgadas desde el nivel central, pasando por encima de la población y de las institucionalidad local. El actual alcalde de Belén de los Andaquíes sostiene que mientras que él esté en la alcaldía, no permitirá que ninguna compañía petrolera entre al territorio del municipio, sin embargo dadas las circunstancias estas posiciones son difíciles de mantener.
Otro municipio en la mira de las petroleras es Valparaíso. Comunidades campesinas del municipio, alertadas por los daños ambientales que implican estas exploraciones, se han organizado para dar un no rotundo a la entrada de la Emerald Energy. Sin embargo, este proceso de organización campesina ha tenido fuertes obstáculos derivados de las presiones de la petrolera sobre las comunidades. Ejemplo de estas presiones son las que ha vivido la población de la vereda La Florida y la Curbinata. La vía de acceso hacia estas poblaciones está en pésimo estado, en época de lluvia es intransitable, las comunidades llevan décadas demandando inversión para este carretera y nunca se ha hecho nada, sin embargo, ahora que la Emerald pretende entrar a la zona, le ofreció a las comunidades pavimentarles la vía y construirles un puente que han necesitado. Lo que con tanta insistencia le han demandado a la institucionalidad por décadas, sin respuestas, la explotación petrolera pretende resolverla sin complicaciones, mostrando que la inversión en las comunidades es un asunto de intereses y de voluntades políticas. Sin embargo, la respuesta de la organización campesina ha sido sólo una: no quieren la presencia de la Emerald en sus territorios.
Otra de las estrategias de la compañía ha sido generar división dentro de las comunidades buscando romper el tejido social. En un contexto de condiciones socio-económicas difíciles, la petrolera ha contratado miembros de la comunidad cuyo trabajo consiste en lograr obtener el permiso de los vecinos de la vereda. Esta situación ha generado toda serie de rumores –sobre quién ha firmado el permiso o cualquier otro documento, sobre quién ha hablado con el enviado de la empresa, sobre qué se ha hablado, etc.- que buscan afectar la confianza de los pobladores en sus vecinos. Sin confianza no es posible la organización y esta es una estrategia que han buscando implementar las compañías petroleras.
Un tercer elemento que afecta la organización campesina, y tal vez el más serio, tiene que ver con el cansancio que manifiestan los campesinos sobre su vida en el campo. Más allá de su interés por resistir y defender su territorio, hay un sentimiento de frustración frente a su condición de campesino y la imposibilidad de ver un futuro próspero en sus labor. Un campesino expresaba que la posibilidad de defensa del territorio podría terminar limitada por el monto de dinero que ofrecieran por las tierras.
A estos elementos se suma el contexto de conflicto armado en el que se inscriben estos procesos. La presencia de actores armados legales e ilegales inscribe a la población campesina en una situación de mayor tensión. Rumores sobre la posición de los actores armados frente a los proyectos minero-energéticos promueven el clima de incertidumbre y la sensación de vulnerabilidad dentro de las organizaciones.
En este difícil contexto es importante hacer un acompañamiento de los procesos de organización en defensa del territorio y del medio ambiente. En este propósito la Vicaría del Sur de la Diócesis de Florencia ha jugado un rol importante acompañando y fortaleciendo los procesos de organización social. También se destaca la labor de algunos concejales de la zona. La más reciente iniciativa de las organizaciones ha sido la creación de las Comisiones por la Vida del Agua. Las comisiones tienen por objeto concientizar y fomentar la construcción de propuestas colectivas que favorezcan un modelo de desarrollo acorde con la región amazónica.
Con el decreto de Santos y con el empuje de la locomotora minera se hace importante visibilizar los procesos campesinos y comunitarios que no buscan ir en contra del desarrollo de la región sino en cambio propugnan por un modelo de desarrollo basado en el cuidado del medio ambiente, indispensable para lograr la soberanía alimentaria en los territorios.
26/04/2015 1:27 p.m.
*Coordinador de la línea de investigación de conflicto, actores armados y Estado. Es historiador y politólogo de la Universidad de los Andes, mágister en estudios políticos de la Universidad Nacional de Colombia, docente e investigador del centro de pensamiento A la orilla del río de la Corporación Educativa Jean Piaget. Consultor independiente.
**Coordinadora de la línea de investigación en institucionalidad local y poder político. Es historiadora de la Universidad de los Andes, mágister en estudios políticos de la Universidad Nacional de Colombia, docente e investigadora del centro de pensamiento A la orilla del río de la Corporación Educativa Jean Piaget. Consultora independiente. alejandra.ciro@alaorilladelrio.com.