Experiencias de posconflicto en el Caquetá

En términos generales, las experiencias de posconflicto en el Caquetá se han ligado a procesos nacionales de búsqueda de la paz, en los que se ha logrado cierto avance en la disminución parcial o temporal de la confrontación violenta, mediante estrategias y programas considerados de transición coyuntural a un posible posconflicto. Sin embargo, pese a tales experiencias, en Colombia ha primado la continuación del conflicto social armado.

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Roberto Ramírez*

Hablar de posconflicto en Colombia, aparte de generar algunas resistencias políticas, parecería un despropósito desde la academia en su intento por comprender la realidad; sin embargo, en aras de la discusión, se entiende el posconflicto como la posibilidad de desarmar o desviolentizar el conflicto, asumiendo que este es inherente a la sociedad: es decir, no existe sociedad sin conflicto.

En términos generales, las experiencias de posconflicto en el Caquetá se han ligado a procesos nacionales de búsqueda de la paz, en los que se ha logrado cierto avance en la disminución parcial o temporal de la confrontación violenta, mediante estrategias y programas considerados de transición coyuntural a un posible posconflicto. Sin embargo, pese a tales experiencias, en Colombia ha primado la continuación del conflicto social armado.

En el Caquetá se han impulsado dos formas de programas o políticas para avanzar hacia el posconflicto; evidentemente los resultados han sido diferenciados en cuanto a su impacto en el desarrollo regional.

  1. La primera forma de posconflicto es la que se ha denominado de Desarme, Desmovilización y Reintegración – DDR, orientada a facilitar la transición a la ‘vida legal’ de los miembros de grupos ilegales que voluntariamente dejaron las armas.

En este tipo de posconflicto, se han combinado las ofertas públicas de planes para la reconciliación y la rehabilitación de los excombatientes (por ejemplo, programas educativos, acceso a créditos productivos, labor social, etc.) con las posibilidades individuales de los desmovilizados.

Dentro de esta forma, se han desarrollado dos experiencias en el Caquetá:

  • El programa adelantado con el M-19 en los años ochenta; en esta experiencia se brindaron garantías individuales a los excombatientes, amparados por una ley de Amnistía.
  • El programa impulsado con las AUC-BCB en la década pasada, que combinó las garantías a los desmovilizados, con el compromiso de Verdad, Justicia y Reparación a las víctimas, según se definió en una ley de justicia transicional.
  1. La segunda forma de posconflicto que se ha desarrollado en el Caquetá, se ha propuesto generar procesos de reconstrucción social de las comunidades involucradas en el escenario territorial de la confrontación militar, sin que haya implicado el desarme y la desmovilización de los combatientes.

En este tipo de posconflicto, se combinan las ofertas públicas (como planes de desarrollo local, formas de participación política, etc.) con los procesos organizativos locales.

Las experiencias más importantes en este tipo de posconflicto han sido:

  • El Programa de Rehabilitación para la zona de El Pato, al inicio del periodo del Frente Nacional (1958); aunque se vio interrumpido por los bombardeos oficiales en 1965 y los planes de ocupación territorial de las Fuerzas Militares durante el gobierno Turbay, finalmente logró plasmarse en la Zona de Reserva Campesina constituida en 1996.
  • El Plan de Colonización Especial del Medio y Bajo Caguán, concertado en el proceso de negociación del gobierno colombiano con las FARC en los años ochenta, que implicó la sustracción de la reserva forestal amazónica en esa área. A raíz de la ruptura de las negociaciones Estado – guerrilla, el Plan apoyado por el gobierno perdió el ímpetu inicial, aunque la comunidad persistió en continuar la ‘reforma agraria’ en la zona, y desde los años 90 la Iglesia Católica ‘recogió las banderas’ y mantuvo el interés y el proceso organizativo de la comunidad, para seguir avanzando en el desarrollo local.

Hay que señalar la importancia del esfuerzo organizativo de la comunidad para lograr la conformación tanto de la Zona de Reserva del Pato como de la Colonización Especial en el Caguán, que por sobretodo recoge lo que ha sido la reivindicación ancestral del campesinado en Colombia: reconstruir su forma de producción y sus particulares relaciones sociales.

Indudablemente, esta segunda forma de construir el posconflicto es la que ha arrojado resultados más importantes para el Caquetá y las comunidades.

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Reintegrados adelantan labor social en Florencia 2012

*Sociólogo Universidad Nacional de Colombia. Magister Estudios Sociales Amazónicos, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO, Quito / Ecuador. Profesor Facultad de Derecho, Universidad de la Amazonia, Florencia / Caquetá / Colombia. Estudioso de la conflictividad social en el piedemonte amazónico colombiano.

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