Caquetá y la crisis civilizatoria

 

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Estefanía Ciro*

El Observatorio Latinoamericano de América Latina tiene publicado en su página web tres mapas: el primero se refiere a cómo se reparten cuatro “recursos” estratégicos en nuestro continente (la biodiversidad, el agua, el petróleo, el gas y los minerales[1]); el segundo identifica los lugares en el mundo donde están las principales reservas de agua dulce en el planeta[2] y el tercero muestra hasta hace unos años dónde estaban ubicadas las bases militares norteamericanas en América Latina[3]. Hay un lugar en el mundo donde todas estas características (recursos, agua y militarización) se cruzan, es la intersección en este juego de conjuntos: La Amazonía, en particular, el Caquetá.

Por mucho tiempo el estado colombiano pensó a la Amazonía como el banco de recursos disponibles para la extracción y así actuó: vino por quina, pieles, caucho, coca. Las élites vecinas huilenses también hicieron lo suyo, trajeron la ganadería y la utopía de la cuenca ganadera del Caquetá. Entre las nefastas consecuencias de estos procesos están la destrucción genocida de las naciones indígenas que poblaban este territorio y la tumba de selva implacable que posiciona al Caquetá como uno de los lugares más deforestados del continente.

El imaginario de La Violencia y el conflicto armado nos hizo creer que la guerra era culpa de nosotros solamente con el famoso “es que el colombiano es violento por naturaleza”. Y en el Caquetá, el estigma es peor: “guerrilleros”, “violentos”, “faltos de educación” (Ahora están diciendo que en el posconflicto van a venir a “educarnos en cultura para la paz”, porque el problema es que no sabemos de eso).

Pero en nuestro complejísimo conflicto, se nos olvida qué pasa en el mundo: el escenario de posconflicto nos lo recuerda bruscamente, una catástrofe civilizatoria sin precedentes y con muchas caras: la ambiental que refiere principalmente al calentamiento planetario y sus efectos directos sobre el deterioro de la vida (en todas sus expresiones) en la tierra. También la energética, dependiente del petróleo, gran responsable del calentamiento global, pero también que nos hace vulnerables al persistir en su dependencia sabiendo que el escenario de escasez de combustible se hace cada vez más cercano. Bartra lo señala claramente “en los últimos veinte años hemos empleado más energía que en toda la historia de la humanidad”. A esto se le suma la dimensión alimentaria, migratoria, política y sanitaria de todo el mundo. Teníamos nuestros propios muertos y ahora caemos en cuenta que hacemos parte de la misma crisis global.

Para sobrellevar “la crisis”, el capitalismo ha incendiado el mundo buscando recursos: desplazando poblaciones, robando conocimiento ancestral, saqueando los territorios. El asesinato de Berta Cáceres es el ejemplo de la crisis humanitaria provocado por desposesión descontrolada en centro américa o la política de “lucha contra las drogas” con el Plan Colombia con su violencia implacable en el sur de Colombia demostró que los intereses van más allá de los que repite la prensa: el fin de las drogas.   Es un escenario real y generalizado en el continente americano acompañado de golpes de estado blandos y el posicionamiento de la derecha (alineado con el cambio de presidente en los Estados Unidos); por ejemplo Macri acaba de aprobar la instalación de dos bases militares estadounidenses en Argentina, una en la frontera con Paraguay y Brasil y otra en la Antártida.

La Amazonia (y el Caquetá) es geopolíticamente esencial en esta dinámica decadente. Vienen ahora por “el petróleo” como el presidente de Ecopetrol desagradable pero honestamente declaró (con “la paz” ya podían entrar a zonas donde antes no se atrevían). Una incursión sin precedentes que ha partido el departamento en 43 bloques, negociados en Bogotá, desde donde nos mandan las compañías, petroleras, esmad y batallones minero-energéticos y son aceptadas con la permisividad de algunas de las autoridades locales, para asegurarse de que el negocio fluya, sin escuchar las comunidades, campesinas y urbanas, que ya sentaron su No rotundo en la marcha del 3 de Junio.

Dicen que vienen por petróleo al Caquetá (uno de los más caros de extraer porque es petróleo pesado), en un contexto en el que el precio del petróleo para el primer semestre del 2016 estaba cerca de su nivel más bajo en más de una década y cerca de un tercio de los productores petroleros esta en riesgo de quebrar este año. ¿De verdad vienen solo por el petróleo? También vienen por esa intersección de elementos que tenemos en el Caquetá (recuerde, la “puerta de oro a la Amazonia colombiana): agua y biodiversidad. Vienen por la tierra, por los bosques, por el conocimiento ancestral. Así, no va a ver posconflicto que sobrevivir.

Nada está perdido pero todo (TO-DO) está en juego. Walter Benjamin señaló “Marx dice que las revoluciones son la locomotora de la historia mundial, pero tal vez se trata de algo por completo diferente; tal vez las revoluciones son el manotazo hacia el freno de emergencia del género humano que viaja en ese tren”. El tren que viaja hacia el desbarrancadero del “futuro”, el “progreso” y el “crecimiento económico”.

Tenemos que avanzar en esta revolución, entendida menos como el conflicto violento y más como esta metamorfosis social desde lo que descubramos que signifique “lo humano”. Tal vez algunos ingredientes a esta urgente revolución social la tenemos aquí, al lado de nosotros en la Amazonia, en la reconstrucción íntima de lo ancestral y lo campesino, de la cordillera y los ríos, que le da la fluidez, nuevos ritmos y diferentes plazos al movimiento político que es necesario construir, radicalmente diferente al que erige la cultura política occidental.

Adenda

AlaOrilladelRío aplaude el lanzamiento de la página de RecpSur y el interés de jóvenes periodistas del sur del país por construir espacios de divulgación global de información regional, por fortalecer la opinión pública alternativa en el sur del país y por abrir espacios para contadores de historias que superen el cerco de las agendas impuestas desde el estado y la banalidad global.

Bartra, Ceceña, Esteva y Holloway. Crisis Civilizatoria y superación del capitalismo. Instituto de Investigaciones Económicas. UNAM, 2013.

[1] http://www.geopolitica.ws/media/uploads/recursos_al-02.jpg

[2] http://www.geopolitica.ws/media/uploads/agua_dulce.jpg

[3]http://www.geopolitica.ws/media/uploads/mapa_1._posicionamiento_gran_caribe.pdf

 

Fotografía de portada: Estefanía Ciro.

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