Walter Ciro Restrepo*
La Amazonía ha creado en su interior el más hermoso y variado laboratorio de la vida y de la biodiversidad, gracias a un poder omnipresente que crea y transforma a cada instante. Esto a pesar de las multinacionales, que desde los años de 1850, cuando se consideraba que la Amazonía colombiana era de nadie, empezaron a lanzar las más feroces garras de la cultura occidental para eliminarla, convertirla en ¨dinero, en riqueza, en mercancía¨, en “recursos”.
Desde ese tiempo se ha tenido la idea en países europeos, especialmente en Inglaterra, Francia, y los EEUU, que en la Amazonía había que ¨asentar gente, considerada laboriosa e inteligente, que pusiese en valor los recursos de una región, atrasada y habitada por tribus consideradas salvajes y peligrosas, gente ociosa y sin afán de superación¨ (Casement, 2011:11).
EEUU iba lejos en aquellos tiempos. Como narraba Roger Casement en sus cartas sobre las atrocidades que se cometían en la Amazonía a principios del siglo XX¨también el gobierno de los EEUU tuvo intereses definidos, como los que se expresan en la carta enviada por el teniente de la Marina de Guerra de ese país, Fontaine Maury, director del Observatorio Naval en Washington al también teniente de esa arma Lewis Herndon, dándole órdenes para su viaje al Amazonas” (Casement, p,10). Al respecto, le indica que debe levantar información referida no solo a la geografía, navegabilidad de los ríos, característica de su población, clima tierras y productos ¨sino también a sus posibilidades de cultivos y a la índole y extensión de sus desarrollados recursos comerciales; ya sea del campo, la selva, el río o las minas¨ (Casement, 2011:11).
Pero las intenciones de ese gobierno iban incluso más allá, y se refieren a la posibilidad de ¨establecer una República Amazónica para asegurar el derecho de navegación por el río Amazonas, y así no se podrá evitar que los ciudadanos americanos de los Estados libres, vayan con sus bienes y esclavos para establecer y revolucionar y republicanizar y anglosajonizar ese valle¨ (Casement, 2011:11).
Desde este momento empezó toda una estrategia de manipulación regional para mantener el control de la Amazonía colombiana estableciendo paradigmas mentirosos difundidos por el mundo entero a través de las principales instituciones y medios de comunicación escritos y hablados. Un ejemplo es cuando hablan de la poblaciones amazónicas como incivilizadas, salvajes, bárbaras, violentas, perezosas, ladronas, terroristas o traficantes, en contraposición a los comentarios sobre los “blancos”, cuando hablan de la patria o de mantener y cuidar la democracia, el desarrollo del país, el bienestar del pueblo o hacer respetar las leyes.Así a los pueblos ancestrales se les condenó a la muerte física y cultural, lo que continúa hasta hoy en día después de más de 100 años.
En los EEUU se había acabado de descubrir la vulcanización, realizada por Charles Goodyear en el año 1839. Esto implicó que se hacía indispensable encontrar gomas en la Amazonía, necesarias para producir llantas. La explotación de la goma dio origen a los llamados ¨barones del caucho¨, personajes no muy diferentes a los actuales ¨barones de la droga¨. Los barones del caucho se autoproclamaron dueños absolutos de lo que no tenían, sin un palmo de tierra, ni haber sembrado nunca un árbol de caucho, ni un solo obrero o trabajador, pero existía una demanda y muchas libras esterlinas -lo mismo que la ¨cocaína¨ mucha demanda y muchos dólares-. Se daban todas las condiciones para crear unas empresas de filibusteros, no de civilizadores como se autoproclamaban, donde no se le rendía cuentas a nadie
A los esclavos no había necesidad de traerlos pues la región estaba poblada por indígenas nobles que conocían mucho de la selva, algo que ellos muy bienaprovecharon con crueldad y mentira.
En estas condiciones, el peruano Julio Cesar Arana natural de Rioja San Martín, Perú, creó en el año 1903 la ¨Estación de la Chorrera¨ ubicada entre los ríos Igaraparaná y Caraparaná y fundó la ¨Casa Arana Hnos¨ registrándola en Londres el 27 de septiembre de 1907 con el nombre de Peruvian Amazon co. Tras la fundación trajo a trabajar, según Roger Casement, 196 afrodescendientes de Barbados. El primer grupo que desembarcó en el Putumayo consistía en 30 hombres y 5 mujeres en noviembre de 1904. Allí fueron armados con riflesWinchester, con provisiones y cartuchos bajo el mando de un colombiano, Ramón Sánchez, acompañado por Armando Normand y son enviados hacia la región de los Andokes, región ubicada entre el Igaraparaná y el Caquetá.
Aquí la empresa entra ¨armada”, lo que demuestra claramente que esta no tenía como objetivo ¨civilizar indígenas¨ sino someter, esclavizar y asesinar a los pobladores de La Chorrera.
El mismo Casement describió al indígena afirmando que por ¨su debilidad de carácter y docilidad de temperamento no tiene como encarar la habilidad de dominación de las personas con sangre Europea en las venas¨ (Casement, p.51).
La masacre se reflejó en que de 65000 hombres, mujeres y niños que se considera había para 1900, tras el paso de la Peruvian Amazon Co. quedaban 2500. Son muchos los autores que describen este genocidio con lujo de detalles y que resaltan la responsabilidad del gobierno conservador de Rafael Reyes. Este expresidente que conocía bien los temperamentos y la vida en armonía con la naturaleza de los habitantes de la Amazonía colombiana pues fue parte de la fundación de la casa ¨Elías Reyes Hnos¨ para la extracción de la quina.
Así, La Peruvian Amazon Co fue una multinacional que entró con armas a someter y amedrentar una civilización amazónica pacífica, verdaderos dueños ancestrales, los únicos con derechos propios y dueños de los árboles de caucho y de la tierra. A estos los dejaron fuera de los debates, fuera de los beneficios y ganancias, solo losdejaron con sus muertos. Los indígenas de las diversas comunidades étnicas vivían en armonía con la naturaleza, nunca desconfiaron de unos bárbaros intrusos que en nombre del bien entraron en tropel para la extracción de un recurso que en su momento era fundamental para el desarrollo del capitalismo mundial.
La Peruvian Amazon Co ha servido de paradigma para todas las empresas ¨ganaderas¨ y ¨cocaineras¨ que han permeado por más de 100 años la Amazonía colombiana.
Son bien elocuentes los relatos de Casement sobre el genocidio. Por ejemplo cuando cuenta ¨un indio había pedido un perro por el caucho que había recolectado durante 5 meses y Agüero ( el jefe) le dio un animal que él sabía que no iba a quedarse con el indio. Pocos días después el perro regresó donde su dueño y fue usado de la misma manera en siguientes transacciones” (Casement, 117).
Los dueños de la multinacional no retribuían a la población y por sus ganancias ni siquiera pagaban un jornal. No les daban a los indígenas ni siquiera la alimentación, los asesinaban y se reían sobre los cadáveres y sobre el dolor de sus congéneres después de que ellos conseguían y transportaban el caucho. El Estado colombiano tuvo gran responsabilidad, desde ese momento este no ha estado diseñado para desarrollarse estableciendo relaciones de beneficio armonioso de todos sus pobladores, sino sobre la violencia de los opresores contra los oprimidos.
La Peruvian Amazon Co que pagaba en libras esterlinas, fue el paradigma de la multinacional del narcotráfico que nació también en la Amazonía colombiana, considerada como región “escondida” en donde se puede hacer de todo sin ser visto, donde todo se hace en silencio, como un lugar para producir grandes cantidades de dinero. Territorio donde cabe el dicho para el conquistador o hombre blanco ¨aquí hago lo que me da la gana¨. La única diferencia es que los crímenes de la Peruvian Amazón Co aparecían como hechos aislados realizados en las diferentes estaciones por sus jefes, donde los dueños no tenían nada que ver – lo que era un simulacro pues los jefes eran quienes aportaban las libras esterlinas para el pago-.
En este contexto en el que las multinacionales petroleras como la Emerald Energy hacen presencia y pretenden entrar a nuevos lugares de la Amazonía colombiana es importante no olvidar lo que estos proyectos le han traido a la región y a sus pobladores.
Bibliografía
Casement, Roger, Libro azul británico. Informe de Roger Casement y otras cartas sobre las atrocidades en el Putumayo, Centro Amazónico de Antropología y Aplicación práctica, IWGIA, Lima, 2011. Consulta virtual http://www.iwgia.org/iwgia_files_publications_files/0568_informe_azul_para_el_eb.pd
*Coordinador de la línea de investigación en Ciencias y Medio Ambiente. Matemático de la Universidad de Antioquia, Mágister en Matemáticas Aplicadas de la Universidad EAFIT. Profesor de la Universidad de la Amazonía. Rector y representante legal de la Corporación Educativa Jean Piaget de Florencia, Caquetá.