Un paseo por la Catedral de Nuestra Señora de Lourdes
Primero, la Virgen de Lourdes que tengo frente a mí, la cual creo que me observa y me suplica no publicar esta crónica, (…) . Esa que se viste con telas descoloridas y posa de inocente y pura. Que muchos colombianos la falsifican y la venden como pan caliente en ferias y semanas santas. (…) no es la estatuilla que originalmente viajó desde Italia, (primero en barco, luego en tren y después a lomo de mula) y, que para ser concretos, sirvió como Church Boss durante las primeras décadas de la construcción de la actual catedral. En conclusión, esta virgen es algo así como un cambiazo; un repuesto para decoración.