Pago de favores, la nueva máscara del capitalismo
Desde sus orígenes, el ser humano se ha organizado en comunidad y ha podido sobrevivir gracias a su constante relación con los demás. Por lo tanto, la economía solidaria no es algo nuevo, y mucho menos el trueque, que ha sido utilizado desde inmemoriales tiempos; lo novedoso aquí es que, bajo la imagen de solidaridad y uso más eficiente de los recursos, un intermediario digital se lucra y se queda con gran parte de la ganancia.
La lucha por la vida y el territorio amazónico: el caso del Bloque el Nogal en el sur del Departamento del Caquetá**
Luego de dos años de resistencia civil en el sur del Caquetá frente al procesos de exploración de hidrocarburos en el Bloque el Nogal por parte de la Empresa Emerald Energy PLC Colombia, que condujo al bloqueo el 4 de mayo del 2015 del puente la Cacho que lleva a las veredas la Curvinata y la Florida del municipio de Valparaíso, se pretende dar inicio a la exploración sísmica 2D, luego de realizada la perforación de un pozo estratigráfico en Valparaíso.
Una trocha solo para verracos
En Montañita, Caquetá, existe una vía de comunicación por la cual se deben mover cientos de familias. Ir por estos lados es estar destinado a vivir toda una travesía: de la inspección de la Unión Peneya a San Isidro hay 16 kilómetros que, pese a no estar en el mejor estado, son transitables. Tras otros 9 kilómetros sigue el poblado de Miramar. Aquí se acaba el paseo pues comienza una trocha en la que solo los verracos meten los carros.
La marcha del 3 de junio: No más extractivismo en el Caquetá
Eran las nueve de la mañana del 3 de Junio y el panorama al frente de la Normal Nacional en Florencia era desolador: sólo se veían estacionados los carros de la Policía. La noche anterior la ansiedad por la marcha se extendía en la principal organización convocante: la Mesa Departamental por la Defensa del Agua y el Territorio y en ese mañana se sentía la incertidumbre.
Despidiéndonos vamos: Homenaje al padre Arnulfo Trujillo
Vivió apenas lo suficiente para que los caqueteños no lo olvidáramos, aunque él quería pasar desapercibido, de bajo tono. No pretendió los reflectores ni las lisonjas del poder. Ni presumió de la elocuencia o del boato, sagrado o profano. Fue un hombre llano, tranquilo sí, pero consecuente con su tiempo, con la historia, con su fe, y con los pobres de aquí, del Caquetá, y de allá, de la humanidad