Entre el 3 y el 5 de Noviembre de 2016, Florencia será escenario del Preforo Social Nacional como antesala al VIII Foro Social Panamazónico -espacio temático del Foro Social Mundial– que se desarrollará en abril de 2017 en Tarapoto, Perú. Florencia hace parte de las 14 ciudades de la Amazonía escogidas para acoger los preforos nacionales de sus respectivos países.
Compartimos texto de las organizaciones convocantes:
Muchas son las razones para que los pueblos de nuestra región amazónica se junten, se acerquen a dialogar y confluyan en una acción concertada. Y, sin embargo, no es lo más común. Hablamos de Pueblos indígenas, por supuesto; pero también de comunidades campesinas tradicionales, grupos de afrodescendientes y miles de personas que se dedican al comercio y otras actividades económicas, en el ámbito rural pero igualmente en concentraciones urbanas que cada día son mayores. Las razones equivalen a otras tantas amenazas y se pueden resumir en la expresión que, acuñada con ironía por algunos, se repite con frecuencia: la maldición de la riqueza!!. Es decir, la riqueza que, medida por un precio, se vuelve monetaria y se convierte, a la vez, en pobreza para quienes habitan en la Amazonia porque son despojados de sus condiciones materiales de vida, siendo desplazados o esclavizados en la extracción incesante de los bienes naturales. Con el nuevo siglo las amenazas se han multiplicado. Las resistencias también existen, pero es preciso fortalecer su articulación. Y es por eso que resulta indispensable propiciar espacios de encuentro e intercambio de saberes y experiencias.
La necesidad de articulación no es solamente un asunto de Colombia. Recordemos que la gran cuenca del río Amazonas involucra nueve países: Brasil, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela, República cooperativa de Guyana, Surinam, y Guyana (francesa). O sea 7.5 millones de kilómetros cuadrados donde habitan más de treinta millones de personas. El Foro es un esfuerzo que se viene adelantando desde hace varios años. El primero de ellos se llevó a cabo en el 2002 en Belem do Pará (Brasil), país en el que se ha realizado cuatro veces más; adicionalmente otras dos, una en Venezuela y otra en Bolivia. En todos ellos se ha insistido en la defensa del territorio y de la autonomía de los pueblos; se ha denunciado el saqueo por parte de multinacionales y potencias, y la imposición, por parte de los gobiernos, de modelos depredadores basados en la extracción; se ha proclamado, en contra del colonialidad del saber, la vigencia y la potencialidad futurista de la rica diversidad cultural amazonica.
Ahora bien, el daño que se le ha hecho a la Amazonia, un conjunto ecosistémico de invaluable significado para la humanidad, es incalculable. Se estima que, de seguirse la tendencia actual de deforestación, hacia 2030 se habría superado el umbral de irreversibilidad. Aparte de la deforestación en sí misma, tres son las grandes amenazas inmediatas: la extracción minero-energética, las enormes obras de infraestructura de transporte y la extensión de monocultivos, de usos lícitos o ilícitos. Todo indica que la pesadilla puede continuar. Los grandes poderes mundiales van tras la explotación de aquello que llaman recursos naturales. Las aparentes y falsas soluciones que se han planteado no son otra cosa que nuevas oportunidades de negocio: la compra-venta de “servicios ambientales”. En este sentido, la defensa de la Amazonia se impone hoy, como nunca antes, como una tarea urgente e impostergable. Una causa que es de la humanidad entera.
Esta defensa, que en la actualidad y hacia Tarapoto está siendo asumida con el espíritu de la economía del cuidado, cuenta, por fortuna, con muchos puntos de apoyo. Se trata de la resistencia de los pueblos que han dado lugar a verdaderos movimientos sociales, algunos de envergadura internacional, que han mostrado su capacidad para proyectar sus propias culturas como alternativas de vida y construcción social. Al fin y al cabo, a despecho de las miradas biologistas , lo cierto es que la región amazónica no es un espacio vacío sino un mundo construido y reconstruido por quienes la habitan. De ahí la importancia de examinar, en todos los episodios de encuentro, las experiencias de vida, llámense planes de desarrollo alternativo, planes de vida o en otras formas según los países.
La ocasión que nos brinda el VIII Foro Social Panamazónico de Tarapoto no podía ser mejor para nosotros. Es cierto que, el momento histórico está centrado en el desenlace de la situación creada por los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC-EP. Sin embargo, la complicada situación existente en la Amazonia, al igual que en la Orinoquia, no da espera. Persisten e incluso se agravan los conflictos creados por la presencia de las empresas petroleras y mineras con sus implicaciones en materia de militarización y represión de las protestas sociales. Por otra parte, se cierne aún como una amenaza la política coercitiva, violenta, de erradicación de cultivos de uso ilícito, que incluye la utilización de la aspersión aérea de sustancias como el glifosato. Todos estos factores han estimulado la confluencia de diversos movimientos de resistencia. Se destacan las regiones mencionadas, pero así mismo la franja andino-amazónica en nuestro país. Y es con estas características como estamos convocando a un Pre- Foro Social Amazónico que, como previo al Foro Internacional (Tarapoto, 2017), se realizará en la ciudad de Florencia, Caquetá, entre el 3 y 5 de noviembre de este año.
Y por eso están convocados a este Foro no sólo los pueblos amazónicos sino movimientos y organizaciones sociales de diferentes ámbitos y objetivos, defensores de derechos humanos y del medio ambiente, académicos e investigadores interesados en el tema. El punto de partida, para la deliberación y formulación de propuestas en esta cita, es el reconocimiento de las diferentes y variadas culturas que se han formado durante siglos de historia en relación estrecha con la naturaleza. Importante es, sobre todo, reconocer que no estamos frente a un espacio geográfico vacío. Ni mucho menos frente a un conjunto de recursos por extraer y de “salvajes” por “civilizar”. Los pueblos amazónicos originarios han venido insistiendo en que es necesario desarrollar modelos de producción y consumo, alternativos a la depredación. Esa debería ser la fuente de inspiración para el mundo y, en particular, para el conjunto de los habitantes de este país.
La cita es, por ahora, en Florencia, un punto deliberadamente escogido por expresar, en cierta forma, la concurrencia del mundo amazónico con el andino y la Orinoquia. Pero no es la primera, ni será la última. Al igual que en el VIII Foro Social Panamazónico el objetivo que nos convoca seguirá siendo nuestra búsqueda de una panamazonia libre de la depredación y la destrucción; sin opresiones ni violencias.
Comité de preparación del preforo-Colombia
Si quiere saber más sobre el evento o le interesa participar comuníquese a contacto@alaorilladelrio.com o:
Tatiana Roa – CENSAT Agua Viva: coordinacion@censat.org
Germán Niño: ciasegerman@yahoo.com
Convocan: