Florencia: Ciudad Basura

La Amazonía es vista hoy, gracias en parte al dinero de cooperación destinado a combatir el cambio climático, como un reservorio natural en donde se absorbe y contiene el carbono. La Amazonía desde esta perspectiva tiene una utilidad; utilidad que se ve amenazada por los procesos de deforestación que convierten la selva en potreros y con ello, liberan el carbono atrapado en la cobertura vegetal.

No obstante, existen otras amenazas que tienen efectos directos sobre la emisión de gases contaminantes, pero que, al no representar ingresos de cooperación, no son importantes (o al menos no tan importantes) en la agenda pública regional. Una de ellas son las emisiones causadas por la mala disposición y, en muchos casos, quema de residuos sólidos o “basura” en la Amazonía.

 

 

 

*Karla Díaz

 

En esta ocasión hablaremos de la grave situación de contaminación causada por la ausencia de políticas y medidas que atiendan la cadena de manejo de residuos sólidos en la ciudad de Florencia.

Según Corpoamazonía, de los 31 municipios que hacen parte de su jurisdicción, 19 cuentan con algún método de disposición final y 21 depositan los residuos en municipios vecinos. Dentro de los 19 primeros, 9 cuentan con disposición en rellenos sanitarios, 6 con celda transitoria, 3 con botaderos a cielo abierto, 1 en Fosa. En la Amazonía se estima que diariamente se generan 354 toneladas de residuos.

En Florencia, se reciben en el relleno sanitario los residuos de Belén de los Andaquíes (2,7 ton/día), El Paujíl (4 ton/día), La Montañita (1,7 ton/día), Morelia (1,5 ton/día), Valparaíso (1,0 ton/día) y Florencia (107 ton/día), para un total de 117.9 toneladas de residuos diarios (Corpoamazonía, 2019).

 

 

Ahora bien, la recolección y disposición final en rellenos sanitarios o celdas transitorias acopian los residuos principalmente de las zonas urbanas. En la ruralidad amazónica, la disposición de residuos se realiza por lo general en botaderos a cielo abierto, que luego de ser acumulados hasta que es imposible manejarlos, son quemados. En el caso de Florencia, la cobertura de recolección y disposición de residuos en el relleno sanitario de la zona rural es del 19,71 (Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos -PGIRS, 2019), lo restante es depositado en botaderos a cielo abierto.

Luego de enviar diferentes derechos de petición[1] , fue posible constatar que en la ciudad no existe una sistema de manejo integral de residuos sólido, pues al preguntar sobre rutas selectivas para el aprovechamiento de material reciclable, la administración municipal responde que las empresas prestadoras de servicios SERVINTEGRAL S.A. E.S.P y ESAC S.A. E.S.P. son empresas de recolección de residuos sólidos convencionales. Es decir, todo tipo de residuos sin distinción entre reciclable, orgánico y no aprovechable va al relleno sanitario.

Frente a la pregunta específica sobre el control que realiza el Ente Territorial a las rutas selectivas que deben realizar las empresas prestadoras de servicios, que según el PGIRS deben ser dos frecuencias por empresa, la Alcaldía responde que no tiene conocimiento sobre estas rutas y la información debe solicitarse a terceros. Esto significa que no se realiza control sobre este tipo de manejo.

Ahora bien, la administración municipal señala que existen empresas privadas que se encargan de acopiar el reciclaje, entre ellas la Fundación de Servicios Ambientales de la Amazonía –SERVIAMAZONÍA, algunas chatarrerías y recicladores de profesión. No obstante, dichas organizaciones no hacen parte de la cadena de prestación del servicio y por tanto, no tiene una responsabilidad pública sobre el manejo de los residuos sólidos en la ciudad. En conclusión, el municipio no tiene un sistema público de recolección y manejo de residuos aprovechables. Para la administración municipal y sus empresas prestadoras de servicios todo es, literalmente, basura.

Con respecto al avance en el cumplimiento de algunos objetivos de PGIRS relacionados con residuos aprovechables, la Alcaldía brinda información que responde a 3 de los 17 puntos[2] de la solicitud, relacionados con actividades para la remediación de puntos críticos, campañas pedagógicas para la gestión de residuos aprovechables y la puesta en marcha de un piloto para la articulación del modelo de gestión integral de residuos (aprovechables, orgánicos e inservibles). No obstante, cabe aclarar que este piloto solo corresponde a la fase de separación en la fuente y recolección, no hay información en la respuesta sobre el aprovechamiento de residuos reciclables.

Finalmente, a la pregunta sobre las medidas creadas para manejar los residuos potencialmente contaminados por COVID-19, como tapabocas, guantes y demás elementos de bioseguridad. La Alcaldía responde “estos residuos son considerados hasta el momento como ordinarios y serán dispuestos en bolsa negra”. Es decir, se tratan como cualquier otro residuo.

En conclusión, pese a que el boom de los dineros del cambio climático ha puesto el tema ambiental en la (boca) agenda pública, poco se ha comprendido el trasfondo de la crisis climática por la que atravesamos. La deforestación se ha convertido en un enemigo público y para enfrentarlo se han gastado ingentes sumas de dinero de cooperación, recurriendo incluso al desplazamiento y la violación de derechos humanos. Sin embargo, frente a la ausencia de políticas y medidas reales que propicien una gestión integral de residuos sólidos en la Amazonía, para que estos no terminen siendo quemados, poco se ha hecho.

No se pretende negar el impacto de la deforestación y la necesidad de transitar hacia modelos económicos más sostenibles. Por el contrario, es esta una invitación para ver el conjunto del problema y atacar todas las formas económicas y culturales que dañen la naturaleza. Las ciudades amazónicas crecen sin control, nuestros municipios tienen problemas de seguridad alimentaria, los ríos son contaminados, las quemas relacionadas con las basuras aumentan, la ganadería se expande y las ciudades no tienen sistemas públicos de manejo de residuos sólidos.

Estamos convirtiendo a la Amazonía en un gran bausero a cielo abierto de quemas regulares, ah… eso si ¡que no corten los árboles!

 

[1] Radicado 8608 y No. 55605

[2] Está pendiente la respuesta sobre: porcentaje de aprovechamiento de residuos sólidos, la aplicación de beneficios tributarios que fomenten la demanda de materiales aprovechables, el fortalecimiento de los mercados de residuos aprovechables, la valoración integral del aprovechamiento de residuos, la actualización del censo de recicladores, valoración de los pasivos ambientales, caracterización de residuos, ampliación de la cobertura de prestación del servicio de gestión de residuos en el área rural, articular los actores públicos y privados y la instalación de puntos ecológicos no se tuvo respuesta.

 

*Karla Díaz Parra, Magíster en Desarrollo Regional y Politóloga. Investigadora en la Asociación Ambiente y Sociedad.

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