Voces para la memoria del movimiento estudiantil en la Universidad de la Amazonía: Una década de lucha por la universidad pública en la Amazonía

Trascurrían los meses del 2008 y por los pasillos de la Uniamazonía[1], soplaban vientos que empujaban al estamento estudiantil por la reivindicación de la universidad pública. Por primera vez desde el origen de la Universidad un movimiento estudiantil se empieza a construir en la ruta y su meta es una Universidad Pública, Democrática y de Calidad. A partir de este año las inquietudes, cuestionamientos e inconformidades acumuladas, las lecturas de la vida y las energías propias de jóvenes que construyen conciencia, propiciaron escenarios organizativos al interior del estamento estudiantil que confluyeron en un primer momento en la Asamblea Permanente de estudiantes de Inglés (API).

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Colectivo Katenere*

A quienes han aportado a la defensa de la Universidad de la Amazonia, como universidad pública, generaciones permanentemente inquietas por construir Universidad y accionarias ante los fantasmas de la injusticia social que puede reproducir esta, cuando el favorecimiento de su bienestar se reduce o atenta contra el interés general entrando en contradicción con su existencia. A una variedad de actores en el papel de profesores y estudiantes que se han manifestado a través del tiempo, haciendo parte importante de diferentes fórmulas en búsqueda de superar las injusticias sociales. De igual manera a quienes por algún motivo su objetivo de ser profesional para aportar a la sociedad lo han tenido que abandonar o les ha sido arrebatado; a los y las profesionales que con sentido humano aportan a la construcción de este territorio en el sur del país. Esta memoria inspirada en los “legados anónimos”, aquellos hombres y mujeres que con sus acciones van haciendo historia.    

 

Trascurrían los meses del 2008 y por los pasillos de la Uniamazonía[1], soplaban vientos que empujaban al estamento estudiantil por la reivindicación de la universidad pública. Por primera vez desde el origen de la Universidad un movimiento estudiantil se empieza a construir en la ruta y su meta es una Universidad Pública, Democrática y de Calidad. A partir de este año las inquietudes, cuestionamientos e inconformidades acumuladas, las lecturas de la vida y las energías propias de jóvenes que construyen conciencia, propiciaron escenarios organizativos al interior del estamento estudiantil que confluyeron en un primer momento en la Asamblea Permanente de estudiantes de Inglés (API). Asamblea histórica porque rompió el marasmo y conformismo en el papel que tenía destinada la administración de la Universidad para el estudiantado. Asamblea que surgió después de las múltiples solicitudes que por escrito, y acudiendo a las diferentes instancias académicas, expresaban su rechazo entorno a la dificultades del programa como falta de laboratorios, recursos bibliográficos, aulas, suficientes docentes con formación de calidad para el nivel universitario, condiciones para la investigación, ajustes al currículo, prácticas académicas; requerimientos que recibían como respuesta el silencio administrativo. Y ello a pesar de que los estudiantes del Programa de Inglés debían pagar una tarifa de matrícula fija de un salario mínimo y medio[2] como cualquier universidad privatizada. La movilización estudiantil se negó a recibir clases con todas estas carencias y se declaró en asamblea permanente. Se manifestó en forma total, en consignas expresa sus exigencias, recorrió la universidad todas las noches y finalmente, ante la negativa a ser escuchados decidió cerrar las puertas de la Uniamazonía con los propios pupitres.

Ante la firmeza y decisión de los estudiantes la administración antepuso los primeros intentos de manipulación y represión a través de la jefe de programa y unos escasos estudiantes amigos y amigas de la administración pero ante la unidad y firmeza del movimiento, la administración de la universidad aceptó que se nombrara una comisión de negociación constituida desde los reclamantes por un representante de ASPU, docentes del Programa, y estudiantes de cada semestre. Por parte de la administración, participaron los representantes del Consejo Superior quienes muy limitados en el conocimiento y en el análisis de la problemática, se tomaron un mes en darle solución. Finalmente la Asamblea Permanente de Inglés obtuvo como resultado la firma de un acuerdo que incluía 30 puntos, los cuales muy poco se cumplieron[3] y sólo se alcanzó una tarifa de acuerdo a los niveles de ingreso en cada estudiante y posteriormente el retiro de la jefe de programa de inglés que a su vez era hija del representante de docentes en el CSU (Es un ejemplo de la costumbre que se entronizó en la historia de la Uniamazonía que consistía en la contratación de familiares y amigos afines al poder administrativo de la universidad). Con este resultado, también el programa de Derecho se benefició con un pequeño descuento, aunque continuaría con tarifa fija en su matrícula. Este sería el inicio de una década de movilización estudiantil que contaría con un trabajo cercano con la Asociación Sindical de Profesores Universitarios –ASPU, el florecimiento de grupos organizativos estudiantiles y un trabajo mancomunado entre ellos y la comunidad universitaria.

El debate inicial sobre la financiación de esta Universidad pública seguiría caminando, sumado a ello las exigencias por “calidad académica y democracia”, expuestas luego en la Asamblea Permanente de los Estudiantes de Ciencias Sociales en el año 2009; originada ésta última por un recorte presupuestal para las Prácticas Académicas. Debido a ello, los estudiantes argumentaban que de esa manera se “impedía que los estudiantes llevaran al campo de la experiencia, el conocimiento adquirido”. Así mismo, se presentaba también un recorte en el número de docentes de planta, para dar paso a contratos más cortos para los docentes. Según información recolectada este proceso concluyó con acuerdos firmados entre estudiantes y directivas en un total de 10 actas, acuerdos que se incumplieron, y pasarían a ser parte del “caldo de cultivo para futuras reivindicaciones”, como lo indicaron algunos estudiantes que participaron en esta movilización.

En este mismo año se presentaron dos acontecimientos que serían persistentes durante las rectorías de Luis Eduardo Torres (2004-2010) y Leonidas Rico (2010-2016): el primero, la persecución y estigmatización a estudiantes y docentes que hubieran participado en movimientos de reivindicación de la academia, la democracia y lo público en la universidad. Para ello implementaron diversas estrategias como la represión académica, la desaparición de asignaturas ya tomadas en los sistemas de registro académico de la universidad[4], más adelante llegarían procesos disciplinarios y chantajes jurídicos para atemorizar a estudiantes y profesores, el acoso laboral y la expulsión de estudiantes de la universidad; con ello buscaban reprimir cualquier brote de inconformismo a futuro. También utilizaron a personajes con apariencia de estudiantes para confrontar, desinformar, suplantar al estudiantado y dividir sus posiciones en todas las dinámicas estudiantiles. [5]

El segundo acontecimiento fue impedir la realización de la Minga Regional Popular el día 12 de febrero, evento que finalmente se realizó en las afueras de la Universidad. La Minga representa la amplia población indígena tanto en la región amazónica como en el Departamento, y se organiza con base en el encuentro de las autoridades tradicionales indígenas con la presencia de los consejos de ancianos. La Minga ha contado con un número cada vez más representativo de los pueblos indígenas en la Universidad a través de sus estudiantes que vienen de lugares lejanos en condiciones muy precarias y que han encontrado en la organización estudiantil y docente el apoyo a la divulgación de su cultura y sus saberes. La Minga también es el encuentro fundamental que debe existir entre la cultura ancestral amazónica y la cultura occidental, con el beneficio que este intercambio genera en la articulación con los conocimientos y las prácticas culturales oficiales que se imparten en la Universidad. Pues esta Minga se consideró indeseable y peligrosa, y las puertas de la Universidad fueron cerradas por suponer subversivo su desarrollo. Semanas más tarde hizo presencia la consejera mayor del Cric, Aida Chicué y representante en la Minga Indígena Nacional como apoyo a la Minga Regional.

Para el año 2010, estando mal posicionada académicamente nuestra universidad respecto a otras instituciones según los escalafones oficiales[6], estalló uno de los más sonados escándalos en nuestra Uniamazonia: “Las fami-empresas”. Con este nombre se explicaba cómo la misión de la Universidad se había desviado para atender los intereses económicos, politiqueros y laborales de las familias privilegiadas de miembros del CSU[7] y de otros personajes ligados a la institución. La manera más perversa y sonada fue la forma que se realizó un concurso para nombramiento de más de 40 docentes de planta pleno de ilegalidades. Una convocatoria para nombramiento de docentes que en cualquier universidad se toma de uno a dos semestres ante la vista de toda la comunidad académica, en la Uniamazonía se realizó en dos semanas durante el receso académico al finalizar el año, sin convocatorias públicas, con viajes pagos por los candidatos a las plazas para los jurados amigos, y con requisitos amañados a la horma de los aspirantes, ya definidos entre las familias y amigos de las roscas privilegiadas. En palabras de un docente que para la época hacía la denuncia, era “el escenario más grotesco que se pueda pensar en una vida académica”.

El año 2011 sería testigo nuevamente de la movilización estudiantil, esta vez se presentarían acciones regionales y nacionales de manera paralela. En el contexto regional los estudiantes del Programa de Ingeniería de Sistemas solicitaron durante casi todo el año la incorporación de su programa al mismo sistema de liquidación de matrícula que habían alcanzado anteriormente los estudiantes de inglés; en el plano nacional, el movimiento universitario colombiano proveniente de las instituciones de educación superior consolidó la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE). En esta oportunidad el movimiento estudiantil se organizaba para hacerle frente a la pretensión del presidente Juan Manuel Santos de reformar la educación superior. El objetivo del estudiantado por frenar esta “privatizadora reforma a la educación superior” se consiguió al finalizar el año, justo antes de que todas la universidades públicas entraran en receso académico, lo cual obligó al gobierno a retractarse, este como una de sus respuestas atacó a activistas del movimiento estudiantil desarrollando un operativo en los departamentos del sur de Colombia, Huila y Caquetá.

Este ataque al movimiento estudiantil por parte del gobierno tendría secuelas para la Uniamazonia, pues el día 2 de octubre en operaciones simultáneas desarrolladas en los municipios de Neiva y Algeciras (Huila) como en Florencia y Puerto Rico (Caquetá) por investigadores de la Dirección de Policía Judicial Dijín provenientes de la ciudad de Bogotá, fue capturado un grupo de estudiantes y graduados, dos de los cuales hacían parte de organizaciones estudiantiles en la Uniamazonia. Frente a esta situación, algunas organizaciones agrarias y populares se pronunciaban de la siguiente manera: “Responsabilizamos al gobierno nacional y al presidente Santos en su representación, por la persecución y estigmatización que viene impulsando con el fin de socavar la educación pública y eliminar las voces unificadas de los estudiantes, mediante el señalamiento y la criminalización de los dirigentes del movimiento estudiantil colombiano”. Éste capítulo tuvo “1272 días de injusto encarcelamiento bajo un montaje judicial propiciado por el establecimiento en contra de compañeros que se han destacado por su labor política en contra de las leyes nocivas hacia la educación superior”.

La administración de Leonidas Rico a pesar de tener la Universidad una Facultad de Derecho con consultorio jurídico no brindó ningún apoyo a estos miembros de la comunidad universitaria, más bien hizo declaraciones públicas estigmatizando a los estudiantes detenidos. Pese a los intentos del gobierno por reprimir, burlar y enterrar las exigencias del movimiento estudiantil no tuvo más opción que ordenar el retiro de la reforma de educación que ya se encontraba en trámite en el congreso, presionado por las movilizaciones que se vivían a lo largo del territorio nacional, nutrida por estudiantes y profesores de universidades, institutos técnicos y tecnológicos; movilización marcada por acciones como asambleas, marchas, pupitrazos, besatón, abrazatón, actividades con las cuales se sensibilizó a la población en general para lograr el respaldo ciudadano hacia los estudiantes y desarmando así al presidente Santos y su ministra de la privatización e improvisación.

El trabajo desarrollado por el movimiento estudiantil que enfrentó esta reforma en la Uniamazonia se proyectó en el plano nacional a raíz de los esfuerzos organizativos que venía dando desde la región por la defensa de la Universidad, muestra de esto es la participación que tuvo el estamento estudiantil de la Uniamazonía a través de un estudiante miembro del CEUNAM en la comisión de voceros y voceras nacionales del movimiento estudiantil colombiano de este tiempo, la MANE. Paso logrado con el acompañamiento de las organizaciones estudiantiles y que se reflejó en la argumentación que construyó frente a la reforma educativa que proponía el gobierno y a movilizaciones como la Marcha de las Antorchas en la cual el movimiento estudiantil en pleno mostró su posición ante la ciudadanía de la región.

Un panorama un tanto oscuro se reveló para los inicios de 2012, el Consejo Superior Universitario durante las vacaciones de comienzo de año y al finalizar el mes de Enero, reglamentó un nuevo acuerdo de matrículas que incrementaba sus costos entre un 65% y 156%, como también reglamentó otro incremento de los derechos complementarios. Estos incrementos se empezarían a aplicar para quienes a partir de la fecha desearan estudiar en los programas presenciales de la Uniamazonia, una acción a puerta cerrada, sin previa consulta. Sobre el por qué de la decisión del CSU, algunos estudiantes expresaron que ésta se presentaba para atender dos situaciones, uno, queriendo evitar la creciente demanda de inconformismo en los estudiantes sobre los costos de sus matrículas, pues el acuerdo eliminó el pago de tarifa fija en programas presenciales que contaban con ese tipo de matrícula, es el caso de Derecho, Química e Ingeniería de Sistemas; demandas en que sus Asambleas Estudiantiles había insistido los dos semestres anteriores, quedando la Licenciatura en Artes con matricula fija. Sobre esta los directivos sostenían que dicha situación se daba porque este programa era en convenio con la Universidad Surcolombiana. El segundo aspecto ubicado por los estudiantes ante la decisión del CSU, se basaba en que “este lo realizaba el CSU para pagar las obligaciones contraídas con los docentes que un par de años atrás habían ganado el nombramiento como docentes de planta”, refiriéndose a la misma convocatoria objeto de denuncias, esta situación representaba que para la fecha el 81% de los salarios docentes eran sostenidos a través de los recursos propios, y a esa bolsa de recursos llegan los pagos de las matrículas.

Finalizando el 2012 la Universidad de la Amazonia se encontraba en unos de los puntos más álgidos en la movilización estudiantil durante la última década, manifestado esto en actas, comunicados, relatos y noticias sobre dicho período, evidenciados en una serie de asambleas estudiantiles que daban muestra del inconformismo en el estudiantado y que fueron dando paso a “pupitrazos, mítines y bloqueos al ingreso de la Universidad”. Se destaca acá el trabajo desarrollado en conjunto desde el Sindicato de Profesores Universitarios ASPU, los miembros del Consejo Estudiantil de la Universidad de la Amazonia CEUNAM, organizaciones estudiantiles que habían venido haciendo presencia en la universidad y los representantes estudiantiles que habían logrado llegar a las instancias de representación estudiantil durante el 2011, “una generación de representantes que surgió en medio de las movilizaciones por la defensa de la universidad pública”, algunas versiones de estudiantes y profesores que hacen memoria del momento comentan: “algunos de los nuevos representantes estudiantiles empezaron a ser estigmatizados, pues estos demostraban unas conductas contrarias a los recién salidos representantes estudiantiles afectos a la administración y quienes habían venido apoyando las políticas privatizadoras, y la represión contra los estudiantes críticos” o también “siendo omisos ante situaciones de injusticia social, o haciendo parte de ella”. El día de hoy algunos de los que dejarían de ser representantes para la fecha se encuentran vinculados laboralmente con la Universidad, otros han estado trabajando en diferentes entidades territoriales, como el caso del que para la fecha de la publicación de este documento ejerce en la Alcaldía de Florencia como Secretario de Educación y ligado a controversias por la prestación del servicio de alimentación escolar en el municipio.

Para el momento es necesario tener en cuenta que en la rectoría transitaba el primer periodo de dos a cargo de Leonidas Rico Martínez, a quien se le cuestionaba su llegada a la rectoría por medio de la figura de candidato único, frente a esa situación en comunicado emitido por ASPU y CEUNAM se hacía referencia de la siguiente manera: “… El modelo de candidato único es, en Colombia, hijo del paramilitarismo. Bajo ese modelo no hay legitimidad sino imposición, expresa corrupción y sirve a las mafias políticas para intimidar a los oponentes y perpetuarse en el poder.” El señor Leonidas Rico, a quien le correspondió velar por el cumplimiento de las “irregulares convocatorias docentes” dejadas por la rectoría que le antecedió, fue descrito en un comunicado público donde se le relacionaban con el alza de las matrículas, de la siguiente manera: “De cumpleaños, Leonidas Rico le dio a la sociedad caqueteña el alza de matrículas más alta en toda la historia de la institución. Fraguó la traición, en vacaciones y sobre los que no han podido entrar. O sea, a mansalva y en complicidad con los que intentan tapar la corrupción y privatizar la educación pública”

Así pues, el inconformismo “por las presuntas irregularidades que se venían cometiendo al interior de la Uniamazonia”, tuvo en su punto más alto una acción llevada a cabo por “al menos 25 estudiantes de diferentes programas de la Universidad de la Amazonía” integrantes de la movilización estudiantil para el momento y quienes habían elevado un pliego peticionario, donde se destacaba la exigencia por derogar los acuerdos que materializaron el incremento en la nueva tabla de matrículas, como también los aumentos sobre derechos pecuniarios a inicio de año; la acción cometida por los estudiantes fue la toma al primer piso del bloque administrativo.

El desarrollo de este episodio se narrará en un próximo texto.

Adenda. No estaban lejanos de la realidad los estudiantes y docentes de la Asamblea del Programa de Inglés-API- y del Programa de Sociales cuando desde el año 2008 promovían en la Comunidad Académica de la Universidad de la Amazonía diálogos por la calidad académica en la Universidad y se encontraron con represión. Ahora cuando el Ministerio de Educación Nacional no renueva el registro calificado de estos dos programas y de algunos otros en la Universidad, rectores de esos periodos, miembros de los Consejos Superiores, vicerrectores, decanos, jefes de programa, directora del Departamento de Pedagogía, docentes y estudiantes facilistas y acríticos deberán  responder ante la sociedad  por el detrimento patrimonial cultural y cognitivo de la región.

[1] Inicialmente en los años 70´la Universidad de la Amazonía fue ITUSCO , Instituto Técnico Surcolombiano, luego se denominó Universidad Surcolombiana, sede Florencia y a partir de 1982 se transformó en la Universidad de la Amazonía, con sede Florencia, Caquetá.

[2] Alrededor de 1´100.000,oo en la actualidad.

[3] La mayoría de estas necesidades del año 2008 se repiten en la actualidad y son queja constante de estudiantes y de pares académicos en los procesos de acreditación del Programa de Inglés.

[4] Para esta época ya se manipulaban los registros de notas desde las oficinas de la Universidad.

[5] El premio a la labor de estos personajes fue su nombramiento en diversas instancias y pagos de asesorías millonarias.

[6] Aparecía en el puesto 29 entre 33 universidades oficiales.

[7] Consejo Superior Universitario

 

*Organización estudiantil para una universidad pública de calidad y democrática. Reúne estudiantes de distintos programas académicos de la Uniamazonía, estudiantes que aportan desde los campos políticos, social, cultural, multiétnico, de género y construcción de paz.

Foto de portada: Facebook Asamblea Permanente de Inglés (API).

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