In God we Trust (En Dios nosotros confiamos)

Dictadura militar, cuarenta años de democracia privatizadora, y desaparición del campo socialista conforman parte del mapa de las derrotas de los revolucionarios y de la existencia de un movimiento popular indefenso y una izquierda anoréxica, en estas circunstancias las crisis en nuestro país se explican desde afuera y desde arriba.

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Leonardo Juárez*

Desde la instauración de la sociedad dividida en poseyentes y dirigentes de un lado y desposeídos y trabajadores del otro, la clase dirigente elaboró el derecho, la moral y la ley en defensa de sus privilegios. El olvido escrupuloso de tan transparente detalle es la clave mayor de los “venerables” dislates de economistas, políticos y comunicadores que profetizan desde el altar de los medios masivos comunicacionales.

Envueltos en doctrinas y palabras del más convincente acento democrático, esconden el fondo que no debe verse y canonizan el fraude. Los políticos representantes de las clases poseyentes, olvidan los votos de justicia democrática tan fatalmente como los curas sobrealimentados e infra ocupados olvidan el voto de castidad. La política de las clases dominantes es y será un gordo negocio propio y no un flaco servicio a los desposeídos y por ende predicarles moral a ellas es como predicar castidad en un prostíbulo; mientras haya propiedad privada y por ende división de clases, el fraude, el robo y el soborno serán constitucionalmente obligatorios.

El carácter la burguesía punga

Desde la semana pasada las calificadoras de riesgo volvieron a castigar a la Argentina  denominándola “país fronterizo”, rápidamente los medios de comunicación intentaron demostrar que es por la herencia recibida, por el sindicalismo que judicializa las relaciones laborales, porque el gobierno anterior era populista, porque estábamos aislados del mundo… Y así podríamos seguir con cien pretextos más.

En realidad el núcleo del problema de la credibilidad ante el capitalismo globalizado reside en el carácter punga de nuestra burguesía. Miente permanentemente sobre su rol en la sociedad y una banda aproximadamente de doscientos facinerosos (entre los que se encuentra Macri, Ratatazzi, Bulgueroni, Roca, Magneto, Grobocopatel, Eldstein, Brito, entre otros), se encargan de rapiñar no sólo al pueblo argentino sino de demostrarles a los burgueses foráneos que ellos son los más “piolas” del mundo.

Mienten todo el tiempo y a todo el mundo: a) mienten con el INDEC y mentían antes, b) mienten con los costos; c) mienten con las inversiones y los sobornos. Algunos ejemplos: mienten con la calidad de las carnes en las exportaciones, algo que ya es histórico; por eso y por problemas sanitarios, no pueden venderle a EE.UU. que se previene de la Aftosa endémica en la Argentina. Mienten sus organismos de control de contrabando de drogas. Mienten para evitar el pago de royalties en el mayor clúster  de producción que es el sojero. Mienten con los biocombustibles cuando dicen que son la salida al problema del cambio climático, siempre mienten.

Hay que decir que la burguesía local no sólo es punga sino también asesina y nunca fue castigada por las matanzas que realizó en el siglo XX, en las que también  mintió acerca de la cantidad de fusilados en la Patagonia, en el número de muertos en las calles de Buenos Aires en la Semana Trágica; nunca pagó por los bombardeos de 1955 y no lo hizo por los muertos y desaparecidos ,que son 30 mil, durante la última dictadura. No pagó por los muertos en los asaltos a los supermercados en busca de alimentos provocado por el desabastecimiento y tampoco lo hace por los centenares de muertos victimas de represión en las calles.

 El fantasma de la Cesación de Pago

A la corrida cambiaria más grande de la historia Argentina entre 6.000 y 7.000 millones de dólares (cifra que se equipara con la totalidad de la deuda externa del gobierno de Isabel Martínez de Perón en todo concepto), hay que sumarle que este martes vencen los 30.000 millones de dólares por las Lebac y si hubiera una corrida de éstas entraría Argentina técnicamente en cesación de pago, debemos agregar  que  el monto del préstamo solicitado al FMI según todas las informaciones serían por el mismo valor pero en tres etapas. Al gobierno le exigen asimismo que dé una muestra de autoridad política a los mercados, e impulse, sin importar los costos,  tres medidas de neto corte antipopular: la  Reforma Laboral; el  Aumento de Tarifas, y un Ajuste Fiscal a las provincias.

A la crisis económica se suman turbulencias de corte político, Carrió le pide a los productores que liquiden los granos que tienen en silobolsas, que suman unos 8.000 mil millones de dólares, si eso fuera técnicamente posible, le seguirá faltando a la cuenta 22.000 millones de la misma moneda. En torno al dólar existen dos mercados, uno mayorista que se arregla con pocas firmas y uno minorista que son la base de sustentación electoral del macrismo a la que los bancos no le estarían dejando retirar sus depósitos, estos sectores a los que la muerte de un niño por desnutrición o por un tiro en la cabeza no les quitaría el sueño, se indignan fervorosamente cuando se ven  incautados sus ahorros, esta situación abriría un nuevo escenario político, si lo controlan, el relevo puede ser Vidal, sino lo controlan la búsqueda de un Duhalde y Lavagna se pondría a la orden del día. Debemos agregar que a estas medidas el FMI le plantea una fuerte exigencia de controlar la inflación y el ¿cómo? Se responde con una mega devaluación combinada con represión y baja nominal de los salarios, Duhalde es un hombre probado en estos menesteres.

Esta semana ha sido de una gran ganancia de los sectores financieros con las Lebac y de los sectores vinculados al clúster agroindustrial y a los bancos con la suba del dólar. Los que perdemos somos los asalariados, los sectores de ingresos fijos, cuentapropistas  y las provincias que verán afectadas por la devaluación de la coparticipación federal, los fondos especiales (tabaco, minería, etc.) reducciones salariales y los planes sociales. Los problemas estructurales y de liquidez de la economía argentina  invitan, al gobierno, a los pequeños ahorristas  que tienen sus depósitos en dólares en los bancos, a los asalariados y a los indigentes, por razones bien distintas a depositar sus esperanzas en Dios como el billete de un dólar norteamericano.

Democracia de Mercado = Democracia con Dividendos

Es un rasgo central del capitalismo argentino el hecho de que cuando reaparece el proceso expansivo de la economía, los niveles sociales nunca recuperan los registros anteriores, con lo cual la sucesión de crisis y recuperaciones se convierten en un mecanismo eficaz de ahondar la concentración y la desigualdad, la historia económica indica que los periodos de estabilización no alcanzan a compensar la destrucción generada previamente, es decir los niveles de desigualdad que se consolidaron en los periodos de estabilización posteriores a las crisis de 1975/76, 1982, 1989/90 y 1994/95 siempre fueron superiores a los vigentes antes de cada uno de los estallidos. Así se “naturaliza” un piso de desigualdad que termina siendo peor. (Esto explica también la alternancia política de neoliberales ortodoxos y neoliberales populistas, con comodities a precios altos son populistas y con retracción de precios hacen el ajuste).

Pobreza estructural y aumento de la desigualdad social

En 1974 los ingresos del 10% más rico de la población eran 9,5 más altos que el percibido por el 10% más pobre. En 2002 esa brecha alcanzó un pico histórico de 42,7 veces. Análogamente, en 1974 el 5% de los argentinos se hallaba bajo la línea de pobreza, mientras en el 2002 aumentó al 53%. La Argentina es uno de los raros casos en el mundo en el cual la pobreza y la desigualdad aumentaron tanto en periodos de crecimiento como de contracción económica.

El saqueo en torno a la renta petrolera viene desde las privatizaciones de YPF. Siendo la renta una ganancia extraordinaria, el aumento de los precios del petróleo (gestión Kirchner) provocó su constante aumento, aunque al mismo tiempo el estado argentino se apropió de una proporción cada vez menor.

Gracias a las fraudulentas privatizaciones realizadas por el menemismo, y que se mantuvo intocable ese esquema depredatorio durante el kirchnerismo, en menos de 20 años consumimos las reservas que el estado tardo 80 años en descubrir, y hemos pasado de ser exportadores de petróleo a importadores, gracias a que en la Argentina se permite a las trasnacionales petroleras sacar el mayor provecho en el menor tiempo posible a un riesgo mínimo. Las exportaciones desenfrenadas de petróleo no tienen ni tuvieron justificación económica en nuestro país y tampoco para nuestra población, hoy estamos pagando las consecuencias, el altísimo costo de los combustibles y la crisis energética son sólo las primeras manifestaciones del poder de las compañías sobre nuestra economía. La única solución sustentable sería la recuperación íntegra de los yacimientos y áreas petroleras para su explotación  e industrialización, algo que no está en la dentro de la frontera de posibilidades del gobierno actual ni estuvo en el de la gestión anterior.

Otro tanto sucede con el núcleo duro de la producción globalizada de la Argentina que está en la Hidrovía, sus plantas de procesamiento y sus puertos privados, nadie le puso el cascabel al gato y ni puertos, ni flota marítima, ni el paquete tecnológico, ni el financiero está en control del Estado nacional, así las cerealeras  se quedan con la parte del león del negocio. Es simplista pensar que la soja y el maíz van a salvar un país de 45 millones de personas., (la  lluvia de inversiones no llegaron, el endeudamiento externo en estos dos años fue de 70 mil millones de dólares a tasas de 8 y 10% con tribunales en Nueva York, así es negocio para los buitres la cesación de pago, la cosecha record en EEUU impide el ingreso de biocombustible de argentina, etc).

 Sin energía, sin comida y sin el control del sistema financiero, el modelo  de las comodities solo cierra expulsando 25 millones de habitantes.

Como Tragedia y como Farsa

El posibilismo populista ha calado hondo y empuja a las masas, frente a las recurrentes crisis de gobernabilidad, a la parálisis y a desviarlas de cualquier avance revolucionario en su conciencia, impidiendo transformar las crisis de gobernabilidad en crisis de poder posibilitando generar las condiciones que abran  paso a una situación revolucionaria, a este estado de cosas colabora un movimiento obrero argentino dividido, con sus organismos infiltrados por la burguesía y el imperialismo a través de sus “dirigentes empresarios”, el peronismo se muestra desvergonzado en el accionar de sus mafiosos encaramados en la CGT. Es importante agregar al inventario la existencia de una izquierda de buenos modales, caviar y parlamentaria, que ha olvidado en general cualquier atisbo de programa y acción anticapitalista.

Dictadura militar, cuarenta años de democracia privatizadora, y desaparición del campo socialista conforman parte del mapa de las derrotas de los revolucionarios y de la existencia de un movimiento popular indefenso y una izquierda anoréxica, en estas circunstancias las crisis en nuestro país se explican desde afuera y desde arriba.

*Egresado como Profesor Universitario en Historia de la Universidad Nacional de Salta realizando la carrera en la modalidad libre, ejerce la docencia en Instituto Superior de Formación Docente dictando las materias Sociología de la Educación e Historia y Política de la Educación Argentina. Tallerista de Ciencias Sociales en la materia Practica III. Publicó el libro Izquierda y Peronismo y el trabajo de divulgación sobre el tema agrario “Reforma Agraria Sí, pero del Siglo XXI”. Ha publicado centenares de escritos políticos, económicos e históricos en distintos medios de divulgación de Argentina y otros países. Miembro del Consejo de Redacción de la revista digital Centenario.

Fotografía de portada: Sam Verhaert. Wikimedia Commons

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