“Queremos que lo más humano del ser caqueteño se evidencie a través del arte”: semillas de una generación de artistas

Entrevista con Jesús Anderson García “Chucho” sobre la muestra fotográfica Caquetá: Mujeres, Conflicto y Territorio

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Entrevista con Jesús Anderson García “Chucho” sobre la muestra fotográfica Caquetá: Mujeres, Conflicto y Territorio

 

Muestra Fotográfica

Caquetá: Mujeres, Conflicto y Territorio

20 imágenes finalistas del concurso de fotografía en el IV Festival Internacional Mambe

Biblioteca Nacional

Calle 24 No. 5-60 Bogotá D.C. – Colombia

2-5 de Febrero del 2017

 

Estefanía Ciro*

En el Caquetá suenan las piedras que lleva el río. Hace ya unos años, un grupo de jóvenes, una generación de artistas va haciendo ruido por las calles, por los caminos, por las selvas y las montañas. Fotógrafos, cineastas, escritores, guionistas, reporteros, artistas, se han dado a la tarea de narrar su departamento y su tierra, construirla desde las entrañas, enseñar y compartir.

Es una tarea que consiste en picarle a todos los caqueteños y caqueteñas esas ganas de pensar algo diferente, en repensar la belleza y la dignidad, un reto en un departamento donde la desidia institucional por la cultura se expresa en el entusiasmo de un grupo social – cada vez más reducido-, por las cabalgatas y la borrachera.

En el escenario departamental ya es parte del paisaje el Festival Internacional de Cine Mambe, una de las semillas de esta generación admirable, que cada año mueve las conciencias de niños y niñas, jóvenes y adultos al frente de directores de cines, pantallas, carteles y artistas que desfilan por Florencia.

En el marco de este festival, se hace un concurso fotográfico y el año pasado, el tema fueron las mujeres; son las 20 mejores fotos de este concurso las que hacen parte de el último gran logro de estos jóvenes: la exposición fotográfica Caquetá: Mujeres, Conflicto y Territorio, en el marco de la 16 Cumbre de Premios Nobel de Paz en la Biblioteca Nacional de Colombia. El evento no es menor, 31 nobeles se darán cita en Bogotá en un periodo histórico en nuestro país, la marcha hacia la reincorporación de los guerrilleros y guerrilleras de las FARC hacia las Zonas Transitorias Veredales de Normalización.

A la Orilla del Río habló con uno de sus miembros, Jesús Anderson, más conocido como Chucho que luchado desde el arte por la dignificación de esta tierra y los valores ancestrales. Además nos comentó algunas sorpresas del Festival Mambe para este año, que por el momento no les vamos a revelar pero ¡espérenlas!

 

¿Qué vamos a encontrar en la Biblioteca Nacional? ¿de dónde salen estas imágenes?

 

Sí, básicamente es producto de la tercer edición del concurso de fotografía Caquetá, Conflicto y Territorio que se organiza en el marco del Festival Mambe. El Festival Mambe en su cuarta versión tuvo en su categoría de fotografía la definición temática que es en torno a la sensibilización sobre el papel de las mujeres en el conflicto armado y sobre todo la dignificación de su papel en medio de ese conflicto. Entonces esa convocatoria es pública y busca seleccionar las mejores fotografías que hayan sido tomadas en el Caquetá y que cumplan esa condición, que dignifique el papel de las víctimas, muestre el papel de la mujer y pues que tengan una relación directa con el conflicto armado. Entonces el fotógrafo puede ser caqueteño o no, pero tiene que haber tomado la foto en el Caquetá en cualquier año.

Este es un ejercicio de la reconstrucción de la memoria histórica a través de la fotografía por la razón que hemos expuesto en la misión del festival que es que los habitantes del territorio narren el territorio. Esta versión del festival y del concurso tuvo como jurados calificadores a Federico Ríos, que es un fotógrafo colombiano muy reconocido en el ámbito internacional, trabaja para el NYtimes y otros diarios como fotoreportero, y Gerard Bermúdez, que es otro fotógrafo de origen holandés. Ellos dos tuvieron la difícil tarea de escoger solo las 20 fotografía que cumplieran las condiciones de calidad para ser expuestas.

A que nos referimos con calidad? Pues que tenga el contenido que estamos solicitando en el concurso, segundo que tenga composición, que tenga todo un manejo de la luz, pensado….bello, adecuado. Un manejo de los colores, un manejo de lo que tiene que ver con el registro del contexto. Entonces a eso nos referimos con calidad. Y pues eso ya le da forma los jurados calificadores que tiene un ojo bastante agudo para este tipo de asuntos del conflicto armado.

 

¿Por qué pensar en la mujer?¿En las mujeres y el conflicto? ¿Por qué eso es importante?

 

Porque el Festival Mambe nace como un festival temático, para dar visibilidad a todo lo que tenga que ver en producción audiovisual en materia de género, ambiental, infantil y étnico. Entonces cada año ha sido enfático en uno de estos sectores de la población o también en uno de estos temas. Este año, bueno, el año pasado, le tocó el turno a las mujeres. Esta es la razón de ser del evento que es temático y nos interesa de verdad…

 

¿por qué estos temas? Porque precisamente son los más problemáticos del territorio amazónico. Tenemos uno de los peores indicadores de violencia de género, uno de los peores indicadores de participación de mujeres en política, los peores indicadores en acceso a los derechos básicos a las mujeres. Toda una serie de escenarios trágicos que necesitamos trascender, superar y la mejor manera es visibilizando los problemas, y planteando discusiones en torno a ellos.

 

Tú perteneces a la nueva y única generación de artistas que empieza a salir en Florencia y en el Caquetá donde encontramos trabajo audiovisual, fotográfico, unos fotogramas excelentes, unos cineastas muy interesantes, ¿eso de dónde viene? ¿Este trabajo artístico que se empieza a ver con el festival mambe de dónde viene?

 

Eso viene de una necesidad porque primero hicimos parte todos de un proceso individual de aprender de las artes visuales y audiovisuales. Y segundo que la necesidad de asociarnos para darle fuerza a una propuesta política que tenemos en torno al territorio amazónico y en torno al territorio caqueteño. Y una propuesta política que tienen que ver con el hecho de cómo re-significamos esto, porque hemos entendido que uno de los problemas graves que tiene la sociedad caqueteña en su conjunto es una falta de sentido de pertenencia abrumadora que se explica en el hecho de que no conocemos lo que disponemos, no conocemos a profundidad, no le damos un valor a profundidad lo que tenemos en nuestro entorno, en lo que más tenemos cerca.

Siempre estamos mirando a lo lejos, siempre estamos mirando hacia el extranjero y no estamos valorando el sentido del territorio. Entonces creo que parte de esto y todo esto se fue dando, fuimos confluyendo en torno a procesos, la misma producción nos convocó. Hemos hecho cortometrajes juntos desde el 2006, hemos venido haciendo trabajo, 2006, 2009, 2010, y después de haber construido esos lazos de confianza que se reflejan en una amistad pues la amistad nos permitió dar un salto hacia delante en materia de cómo ofrecer y cómo construir una plataforma para visibilizar esos trabajos que hay en el territorio pero que lastimosamente son desconocidos.

Creo que es un cúmulo de este tipo de situaciones que nos ha permitido poder hoy tener el festival y tener estas apuestas desde el territorio para tomar en serio el asunto de habitarlo, y tomarnos en serio el asunto de construir la paz y construir una sociedad mucho más democrático.

Foto: ACDI/VOCA Colombia

Tengo entendido que ahora se han organizado en una serie de comité, de organización de artistas para tener una representación política del cual tú eres representante. ¿Cuál es el diagnóstico que ustedes han encontrado del papel de las instituciones regionales en el arte y la cultura del Caquetá?

 

Un diagnóstico…bastante….pésimo. Pésimo porque justamente lo que evidenciamos es que la cultura y las artes desde la institucionalidad local, hablo del municipio y departamento, es solo concebida como la manera de legalizar unos recursos para hacer unas fiestas y no como procesos de afianzamiento del sentido de pertenencia, que reflexionen sobre el territorio pero que además renueven lazos de amistad entre los sujetos que habitan el territorio.

Creo que es bastante lamentable que ciertas instituciones además vean solo el hecho de que si es una fiesta, pues eso es lo que nos trae votos, y si es un proceso de formación, eso no nos da votos, por lo tanto no merece ser financiado como es debido y hasta como indica la ley. Porque el sistema nacional de cultura establece que la responsabilidad de la cultura nacional recae no sobre la nación sino sobre sus gobernantes locales.

Esto también tiene caras bastante…oscuras, porque es justamente con estos recursos se han financiado actos de corrupción, actos proselitistas, y etc., etc., etc. Entonces yo creo que la malversación de los recursos se puede mitigar si tenemos una comunidad de artistas y una ciudadanía activa en torno a lo que le compete a la cultura y a lo que se quiere como colectivo. Sin organización no hay manera de lograr cambios profundos pero sobre todo sin una movilización ciudadana. Es ahí donde por ejemplo ver qué tiene que ver con infraestructura cultural, quienes ponen la plata es el ministerio de cultura pero en la parte local nunca le meten un peso a la infraestructura cultural. Y cuando el ministerio de cultura es el único que le pone, si el ministerio no pone más plata, entonces eso se acaba.

Y eso es bastante preocupante porque hay una actitud desobligada de los gobernantes de turno para el sector cultura y ya lo hemos denunciado en varios aspectos. Por ejemplo las cifras de inversiones en los planes de desarrollo tanto departamental como municipal son las irrisorias que de verdad dan ganas de llorar.

Ahí es el reto y el reto de que hay un potencial enorme en los jóvenes, en artistas de la vieja guardia que todavía están produciendo pero que son hoy en día un poco desconocidos y estos artistas además necesitan volverse a conectar con el territorio. Entonces yo creo que solo la organización nos puede permitir afianzar y consolidar el proceso que la verdad de lo que yo he leído y visto, nunca, es inédito, es inédito que se agremien los artistas de esta manera.

 

Ahora estamos entrando a este nuevo escenario de pos acuerdo, imágenes históricas en las que la guerrilla está yendo hacia zonas veredales, en este nuevo escenario pensar el arte y la paz. El arte y el Caquetá. Ustedes que creen, ¿cuál es su papel? ¿Cómo se visibilizan en este escenario?

 

Es una manera bastante comprometida con la cual vemos esa relación porque, no tiene sentido para nosotros el arte por el arte, lo decimos porque si el arte no sirve para reflexionar, para hacer visible lo invisible de lo que sucede en nuestro territorio, pues entonces carece de sentido para nosotros. Y en ese orden de ideas, justamente queremos que lo más humano del ser caqueteño se evidencia a través del arte.

Creo que la cosificación del arte es una cosa a la cual tenemos que hacerle frente, y cuando digo cosificación es considerar que el arte es tener un vaso con una guacamaya impresa. No! estamos hablando de que queremos un arte comprometido con la construcción de territorio, con el hecho de que evidencia procesos de ese territorio.

Son procesos que básicamente estamos hablando de paz, que desde hace rato estamos trabajando en materia de construcción de paz, defensa del territorio, alianza entre sectores de la población que consideran que esto debe cambiar, que debe también dar cuenta de lo que el estado se ha negado a atender, de los valores de los pueblos, de los sueños de la población, que debe dar cuenta incluso de lo íntimo de cada ser humano.

La necesidad de expresar lo que no podemos decir a veces en nuestra cotidianidad, yo creo que el arte en ese sentido tiene una tarea bastante grande a la hora de construir paz desde esos aspectos y así lo hemos entendido. Entonces creo que hoy más que nunca tenemos que mostrarle y demostrarle al Caquetá y a Colombia que sí somos capaces de hacer parte de esto que es el proyecto de construir una nación en paz, en armonía con el territorio, pero sobre todo una nación digna, digna de ser vivida, habitada, digna de ser parte de la civilización, lo que de verdad se llame civilización, no ese concepto malsano de civilización que es negar la naturaleza, negar la cultura ancestral sino por el contrario lo que nos dignifica como seres humanos íntegras.

 

¿Quiénes participan en esta exposición?

 

Hay niños y niñas que han superado el miedo (escénico) gracias a la fotografía. Varios de los fotógrafos son niños y niñas, creo que 5 de los 20 son niños y niñas. Están entre 10 y 14 años. Y son niños que difícilmente te van a dar una entrevista pero les muestras una foto que ellos han tomado y te hablan de ella. Gracias a la fotografía que están interactuando con los adultos y con el territorio.

 

¿Y ellos donde han aprendido?

 

Son procesos. Son esos procesos que no se ven, no se visibilizan, procesos de acompañamiento que hace la fundación mambe, que hacen otros en el territorio. Es a procesos, de verdad no es una cosa espontánea sino que de verdad hay gente que se ha tomado como proyecto de vida educar en materia de arte y audiovisual a jóvenes, niños y niñas.

 

 

Es una maravilla, llegar a estos escenarios, es el resultado de trabajos arduos que ustedes vienen construyendo y que sobresalen a nivel nacional. Eso es un gran logro, felicitaciones. Muchas felicitaciones.

 

 

Fotografias: ACDI/VOCA Colombia

 

*Economista de la Universidad de los Andes (Bogotá), Maestra en Historia de la misma universidad y Doctora con Mención Honorífica en el Programa de Posgrado de Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, Ciudad Universitaria, Ciudad de México). Ha trabajado en equipos de investigación sobre planes de desarrollo y niñez, infancia y adolescencia en proyectos de Unicef y ha sido asistente de investigación en la Universidad de los Andes y en Princeton University. También ha sido profesora complementaria en la Universidad de los Andes y docente del Instituto Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro.

 

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