Ecosocialismo: La alternativa radical a la catástrofe ecológica capitalista

Desde Heráclito de Éfeso, el ser humano ha venido planteando que existe un cambio constante en los procesos naturales, y por consiguiente, en los que atañen a las sociedades. A lo largo de la historia, ha quedado claro que cualquiera que sea el modo de producción imperante, éste depende de los recursos que la naturaleza provee. Desde el esclavismo, hasta el neoliberalismo, el planeta ha venido sufriendo cambios tempestivos en su configuración, pues como lo diría Marx en la Ideología alemana, las fuerzas productivas se están convirtiendo en fuerzas destructivas creando un riesgo de destrucción física para decenas de millones de seres humanos. Ante esto, surgen nuevos planteamientos, alternativas que abran caminos a nacientes generaciones para que hagan frente al gran reto que representa la lucha contra la contaminación del planeta, que es a la vez, la lucha por la conservación de la vida. Es así, que el título del libro de Michael Löwy, ECOSOCIALISMO: La alternativa radical a la catástrofe capitalista, se muestra como una síntesis a lo que se requiere para emprender dicha lucha por la vida, puesto que va más allá de mostrar al Socialismo como antagonista del Capitalismo, sino que propone al Ecologismo como un elemento fundamental en el modo de producción de cualquier sociedad.

 

Reseña del libro, ECOSOCIALISMO. La alternativa radical a la catástrofe capitalista. Editorial Ocean Sur. 2014

 

 

 

 

 

Víctor Ospina*

 

¿Por qué Ecosocialismo?

 

La velocidad con que el sistema económico imperante, calienta el planeta, envenena el aire, acaba con selvas, contamina ríos, extingue especies, desplaza comunidades, y atiborra los mares con plástico, requiere de alternativas civilizatorias cuyo desarrollo avance a la misma velocidad. Todas las alarmas están en rojo: es evidente que la carrera loca hacia la ganancia, la lógica productivista y mercantil de la civilización capitalista/industrial nos conducen a un desastre ecológico de proporciones incalculables. En sentido contrario, el sociólogo y filósofo marxista franco brasileño, propone que uno de los retos del marxismo del siglo XXI, es el hacer un análisis crítico de la doctrina marxista, rompiendo y dejando atrás la ideología del progreso lineal. Por esto, retoma a conocidos exponentes de la ideología marxista, como Walter Benjamin a quien considera uno de los primeros en abordar el tema en su libro; Dirección Única, donde hacía una fuerte denuncia sobre el dominio que el sistema capitalista ejercía sobre la naturaleza, proponiendo una nueva concepción de la técnica: no más control de la naturaleza por el hombre, “sino control de la naturaleza y la humanidad.” Del mismo modo, Löwy retoma a personajes relevantes del ecologismo mundial, como Alain Lipietz, economista francés quien perteneciendo al partido verde, es más tendiente a la Deep Ecolgy, una corriente filosófica ecológica que considera al ser humano como parte de su entorno, y no al entorno como algo ajeno, de lo cual sacar provecho explotándolo.

 

Dado que las diferentes posturas filosóficas están sobre la mesa, Löwy pretende unificar aquellos pensamientos que propenden por la lucha de clases, en el marco de la explotación de la naturaleza, tanto así, que en algún momento del siglo XX, el movimiento obrero llegó a aceptar la generación de energía nuclear. Fusionarlas con aquellas corrientes de pensamiento, que plantean un ecologismo sin partidos políticos, donde el ser humano es uno más de las tantas especies habitantes del planeta, sin importar su tamaño y/o función dentro de éste. Ante esta ramificación de la lucha, una por la igualdad en la humanidad y la otra por el ambiente en general, el Ecosocialismo surge como una postura que aglutina el sentir de millones de personas, partiendo de ideales comunes, ya que se trata de una corriente de pensamiento y de acción ecológica que hace propios los conocimientos fundamentales del marxismo, al tiempo que se libera de sus escorias productivistas.

 

El Ecosocialismo como necesidad practica

 

Sólo podemos pretender comprender aquello de lo cual somos capaces de penetrar en profundidad, de integrarnos, de formar parte (Max-Neef, 1991). Si abordamos el tema ambiental como simples observantes lejanos, desde la tradición judeo-cristiana de que la naturaleza está allí para ser aprovechada por el humano, difícilmente las reflexiones sobre la necesidad de cambiar hábitos de consumo vayan a surgir. Si se considera al sistema económico imperante, como el único que puede desarrollar la humanidad para producir maneras de subsistencia, difícilmente se logre poner la mirada en las alternativas existentes. Las dos son concepciones que trascienden lo teórico, y hacen parte del modo de vida de millones de personas, es decir, avalan que el sistema capitalista sea ese monstruo de hambre insaciable que va devorando el planeta poco a poco, porque lo conciben como parte de algo natural e incapaz de ser reemplazado por una mejor opción. Esto ha generado el surgimiento de una actuar auto dañino, cuyos resultados no sólo envenenan el planeta, sino a la humanidad misma a través de sus hábitos alimenticios, puesto que el florecimiento de la ética consumista se manifiesta de manera más clara en el mercado alimentario (Harari, 2014), donde las múltiples industrias procesadoras de comestibles, inmersas en las lógicas del desarrollo económico basado en cantidad y no en calidad, también apuntan al incremento del caudal capitalista, sin tener en cuenta que al incrementarse la escala de la economía, se producen más desechos, se dañan los sistemas naturales, y se menoscaban los derechos de las futuras generaciones (Martínez, 2009). Es por esto, que el Ecosocialismo debe seguir trazando el derrotero que iniciaron; Manuel Sacristán, Raymond Williams, Joan Martínez-Alier, Jorge Reichman y Elmar Altvater, entre otros, dando ese paso de lo teórico a lo práctico, en diferentes escenarios de la sociedad, y es ahí, donde los procesos educativos adquieren relevancia, en tanto su papel de intermediario entre la academia y las comunidades, pues como diría Harari (2014), “Tenemos que considerar simplemente la historia de la educación para darnos cuenta de lo lejos que nos ha llevado este proceso”, señalando lo perjudicial del modo de producción capitalista, que no solo produce afectaciones a ambientes lejanos, sino a la salud misma de los individuos que lo defienden.

 

Acciones materiales

 

Finalmente, el libro ofrece dos muestras en los que ya hubo transgresiones significativas, como por ejemplo; las diversas corrientes ambientalistas con enfoque marxista que han surgido en Estados Unidos, una parte de México, y Brasil.

En el primer caso, se menciona el trabajo de dos reconocidos académicos ambientalistas, como son; el psiquiatra Joel Kovel, a quien se le conoce como el fundador del Eco-socialismo, y, al sociólogo John Bellamy Foster, quienes junto a otros académicos militantes de la causa ambientalista, han coincidido con sus escritos, en la revista Capitalism, Nature and Socialism. Dichos textos, que Lówy describe como; valientes, polémicos y críticos, han servido como insumo teórico a las miles de personas que se congregan en los alrededores de los eventos donde los dirigentes mundiales se reúnen a tomar decisiones sobre fenómenos como el cambio climático, así como también, al EZLN, organización política y revolucionaria mexicana, que propende por una convivencia amigable con la naturaleza. Pero además, menciona el caso de Al Gore, quien junto a algunos políticos verdes, proponen cambios que no cuestionan el orden económico, y se supeditan a hacer recomendaciones de decisión individual, como cambiar de bombillas, reducir la calefacción, entre otros, claro ejemplo de lo que es ser “ambientalista” lejos del marxismo.

 

En el segundo caso; menciona a Francisco Mendes Alves Filho, más conocido como Chico Mendes, quien sin ser un miembro de algún círculo de poder en la sociedad brasilera, lideró un proceso de defensa de la Amazonia, adoptando el pensamiento marxista, que pudo trasmitir a cientos de campesinos recolectores de caucho, creando un movimiento campesino empoderado que defendía la selva y a la vez, el derecho al acceso a la tierra.

 

Por todo lo anterior, ECOSOCIALISMO. La alternativa radical a la catástrofe capitalista, se convierte en un libro de necesaria recomendación, tanto para especialistas, como neófitos, en el tema de la defensa de la vida en el planeta, suministrando información radical, para hacer frente a un problema radical.

 

 

 

 

Harari, Y. N. (2014). De animales a dioses. Breve historia de la humanidad. Bogotá D.C.- Colombia: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.S.

 

Martínez, J. (2009). El ecologismo de los pobres. Conflictos ambientales y lenguajes de valoración (3 Ampliada). Barcelona, España: Icaria Editorial, s.a.

 

Max-Neef, M. (1991). La Incertiumbre De La Certeza Y Las Posibilidades De Lo Incierto. Primer Congreso Internacional de Creatividad, 1–10.

 

 

 

 

Share